El concierto comenzó con la intervención de la banda guatemalteca Metal Requiem que fue un excelente preámbulo para que la agrupación metalera entrara al escenario.
El preámbulo de Metallica consistió en una serie de juego de luces y juegos pirotécnicos que explotaban al ritmo de la música que anunciaba a la banda roquera. La lluvia no fue obstáculo para los presentes, cubriéndose con capas, esperaran ansiosos el concierto.
Las luces se apagaron y de las sombras surgieron las figuras de James Hetfield —voz y guitarra—, Lars Ulrich —batería—, Kirk Hammett —guitarra— y Robert Trujillo —bajo—, para hacer explotar el estadio.
“¿Extrañaron a Metallica?”, preguntó al público Hetfield, en referencia a la primera visita que tuvieron en el 2010 al país. Esta expresión hizo vibrar al estadio con un grito de emoción que se escuchó al unísono.
La música comenzó a fluir de los instrumentos de cada integrante, que hicieron gala de sus habilidades, frente a la mirada eufórica de los asistentes.
Las primeras canciones que tocaron fueron Hit the Lights, Ride the Lightning, Creeping Death y Sad but True que levantaron los ánimos de un público que en ningún momento dejó de saltar y cantar las “rolas” de su preferencia.
Algunos temas que sonaron
- The unforgiven
- Atlas, rise!
- One
- Moth into flame
- Master of puppets
- For whom the bell tolls
- Fade to Black
- El tema con el que terminaron la primera parte del concierto fue Seek and Destroy
- La segunda parte comenzó con Whisky in the jar
- Nothing else matters
Lo malo
Las autoridades reportaron un herido que se lastimó al momento de caerse de las gradas del estadio previo a que las bandas salieran al escenario.
En la parte sur del estadio se reportó que varios fanáticos abrieron un boquete para pasarse a un área más cercana al escenario. La seguridad interna logró retomar el control y sellar el paso que quedó abierto.
Afuera del estadio hubo destrozos en la vía pública. Vecinos dijeron que los responsables fueron vándalos que permanecieron ahí durante el concierto.