La actriz de ascendencia libanesa se inició en la interpretación en su juventud en el Club de Teatro de la ciudad y estudió en la Escuela Municipal de Arte Dramático.
Prohibida por la dictadura cívico militar uruguaya (1973-1985), se exilió y vivió en varios países durante todo ese periodo junto a su marido Carlos María Gutiérrez.
Sfeir, que regresó a Uruguay con el restablecimiento de la democracia, fue declarada ciudadana ilustre de Montevideo en el 2008.
A lo largo de su carrera recibió multitud de premios, entre ellos el Florencio, otorgado por la Asociación de Críticos Teatrales del Uruguay, y en 1996 el Helen Hayes a la mejor actriz extranjera en Washington por la producción musical Mano a Mano.
La última obra que representó fue Conversaciones con mamá, que estuvo en cartel en un teatro montevideano en el 2014.
“Siempre estoy en contacto con lo que pasa social y políticamente. No hago espectáculos políticos, sino que abordo los temas contemporáneos desde mi rol creador. También siempre me interese por incluir a las minorías”, dijo Sfeir en una entrevista con el diario uruguayo El País.