Escenario

Murakami cuenta su oficio de novelista en 300 páginas

“¿Para quién escribir? Cómo escribir y por qué seguir escribiendo novelas?”. Haruki Murakami, escritor contemporáneo más universal de Japón, explica los motivos que le hicieron elegir su oficio en <em>El novelista como profesión</em>, su nuevo ensayo.

Murakami es uno de los escritores que más ventas tienen en el mundo. (Foto Prensa Libre: EFE).

Murakami es uno de los escritores que más ventas tienen en el mundo. (Foto Prensa Libre: EFE).

“Casi todos los autores (el 92 por ciento según mi opinión), yo incluido, consideran que lo que dicen y escriben es lo más justo”, escribe el autor de extensas novelas como Kafka en la orilla, Crónicas del pájaro que da cuerda al mundo  o Q84.

“Muchos escritores son esencialmente gente egoísta, que tienen su orgullo y un sentido agudo de la rivalidad”, añade, dibujando un retrato poco complaciente del mundo al que pertenece pero del que se siente alejado. “Las situaciones en las que la proximidad de varios escritores es negativa son más numerosas que aquellas en la que es positiva”, afirma.

El novelista, que rechaza la mayoría de las entrevistas propuestas por la prensa, había anunciado hace un año  que deseaba “hablar de su oficio y de literatura”, mientras que los medios suelen pedirle que dé su opinión sobre lo que ocurre en el mundo.

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Murakami aprovecha esta vez las 300 páginas de su libro, compuesto por una mayoría de fragmentos inéditos y textos publicados en tres revistas distintas en los últimos años, para disertar largo y tendido sobre su oficio de autor.

Además de un autorretrato del autor a través de muchos ejemplos del trabajo de escritura, el libro, que se estrenó el jueves en Japón, también es una respuesta a las críticas que sufrió el lobo solitario Murakami.

“Cuando escribí Underground (un largo reportaje sobre los autores y las víctimas del atentado con gas sarín perpetrado en 1995 por la secta Aum en el metro de Tokio), los autores de no ficción dijeron que no respetaba las reglas del género (…), pero yo ni siquiera había imaginado que pudieran existir supuestas reglas definidas”, recuerda.

Asegura que se hizo escritor porque casi todos los que saben escribir pueden hacerlo, sin necesidad de una técnica particular ni de tomar clases específicas.

“Un día escribí una primera novela (o al menos algo que se le parecía), Oye cantar al viento, recibí un premio de una revista literaria. Y así, sin entender muy bien por qué, me convertí en un novelista profesional”.

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