Los boletos para asistir al concierto el miércoles 12, a las 20 horas, en Hard Rock Café, zona 10, tienen un costo de Q500.
¿Cómo se ve a sí misma?
Me considero una chica normal, con las inquietudes que pueda tener cualquier mujer de 29 años, pues es la etapa en que paso de ser una joven a una mujer. Estoy viviendo un momento increíble en el que descubro cosas lindas. Soy muy apasionada y terca con mis ideas y no descanso hasta que las hago realidad. La música es lo que más amo hacer y disfruto mucho viajar.
¿Qué experiencia le dejó el disco Mujer divina?
Ha sido súper bonito trabajar Mujer divina y tener la oportunidad de conectarme con la gente a través de este proyecto. Siento que me ha llevado a lugares increíbles. Me ha ayudado a entender muchas cosas que me hacían falta comprender acerca de la música, el escenario y como artista. Necesitaba hacer un disco distinto, en el que no fueran mis canciones las que se plasmaran, pues así podría aprender de otro compositor e inspirarme, como en este caso fue con Agustín Lara, ya que gracias a su música he aprendido una serie de cosas increíbles.
Mujer divina le ha valido un Disco de Platino en México, pero llegar a este fue un proceso duro de un año de trabajo. ¿Qué fue lo más complicado de trabajar en este álbum?
Fue lograr que la música de Agustín Lara, que proviene de las décadas de 1920 y 1930, pudiera tener un toque a nuevo, como a algo contemporáneo y pop. Quería hacer algo que los jóvenes pudieran escuchar y sentirse identificados, tanto con la música como conmigo y con Agustín. Todo fue trabajado con mucha delicadeza, detalle, elegancia y respeto para Agustín Lara. Los resultados han sido hermosos, y la recepción de la gente y las reacciones, hermosas.
Agustín Lara es una de las figuras más destacas de la historia mexicana. ¿Qué legado cultural considera que ha dejado?
Lo que Agustín Lara hacía era muy original para su época. Lograba capturar muy bien la esencia de la mujer y tenía una comunicación diferente con ellas, con la música, con su forma de escribir, la manera en que absorbía el mundo y cómo lo interpretaba en sus canciones. Era un artista muy versátil que podía mezclar diferentes géneros musicales, podía tener de todo, y eso en su época lo hacía algo muy diferente y nuevo. Agustín Lara tuvo esa capacidad de cambiar a muchas mujeres; a mí también me cambió, pues ahora veo diferente el amor, el dolor, la alegría y la mujer.
Todas las canciones de Mujer divina, excepto María bonita, cuentan con un invitado que la acompaña en la voz, ¿cuál de ellos la sorprendió más?
La verdad, todas las canciones fueron especiales. Hubo momentos en los que me emocioné mucho, como cuando vino al estudio Vicentico —Los Fabulosos Cadillacs—. Con cada invitado tuve momentos especiales.
En cuanto a María Bonita, esa canción es con la que abro cada concierto, es mi oración a Agustín Lara, es mi himno y mi forma de pedir permiso al flaco de oro para cantar su música y meterme a su mundo. Para mí cada concierto donde toco su música es algo muy especial, delicado y único, y lo manejo con el mayor respeto posible.
¿Qué es lo que más disfruta de sus giras?
Lo que más disfruto es tocar, ya que es la parte que más me deja y disfruto la conexión con el público.
¿Qué podrá esperar el público guatemalteco en su presentación del miércoles próximo?
Estoy preparando para Guatemala un concierto en homenaje a Agustín Lara. Además haré un recorrido por el pasado de mi música.
¿Qué planes tiene para este año?
Estoy trabajando en mi nuevo disco. De momento aún estoy componiendo nuevas canciones. Quiero lanzarlo este año.
