“Toda la música lleva mensajes implícitos, pero nosotros queremos agregar algo que la gente pueda hilar, una provocación para que se explore e indague más. Nuestro contenido está pensado para generar interacción en quienes nos escuchan, ya que por medio de las letras tratamos de sembrar una semilla en la gente para que sus percepciones sean el complemento de nuestro concepto”, explica Ortiz.

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“El concepto de la banda es la aceptación de sus integrantes como un conjunto enmarañado de pensamientos, sensaciones y necesidades materiales (no económicas). Esto implica no limitar nuestra música a ningún género específico, ni ponerle paredes a nuestros pensamientos, simplemente representar una parte diferente de nosotros en cada canción”, añade Ortiz.

La agrupación se formó en el 2011, pero debuto en el 2012. (Foto Prensa Libre: Juan Preciado)

Proceso

Grandes Éxitos es el resultado de un trabajo de cerca de un año. Ortiz comenta que fue un proceso lento, ya que ninguno de sus integrantes se dedica tiempo completo a la música. Tampoco lo hace Edgar Tobías, director de Pirata Records, estudio en el que se trabajó el material.

Respecto al nombre del álbum, confiesa que un título así les pareció una buena forma de empezar su carrera musical.

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“En Guatemala el éxito suele asociarse al dinero. Se tiene éxito si se tiene algo en abundancia. Es un título irónico. Grabamos el álbum sin un solo centavo y estamos seguros de que no representará ningún cambio en ese sentido. Entonces lo que planteamos es darle la vuelta al concepto de ‘éxito’. Para nosotros el éxito es la música, tener algo qué cantar”, dice Ortiz.

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Para Departamento de Quejas, la palabra éxito también es un cliché que quieren eliminar, pues a su criterio, muchas bandas titulan así a sus discos cuando ya se sienten lo suficientemente famosas como para darle a la gente las mismas canciones a falta de nueva música. “Por ahí también nos recuerda a un escritor guatemalteco que tituló así su primer libro”, agrega Ortiz.

Novedad

El disco incluye dos temas con fragmentos del último discurso que Jacobo Árbenz Guzmán pronunció en Guatemala el 27 de junio 1954. La banda considera que el período de Árbenz junto con la revolución de 1944 “son de los pocos hitos esperanzadores que dan fe, que recuerdan que hay gente eficiente que se interesa por los demás. Esto lo intentamos transmitir como motivación en medio de tanta corrupción, violencia y explotación que vivimos”.

También musicalizan el poema El amor es un centro de Mario Benedetti, como tributo musical al fallecido poeta.