La obra de Barber fue escrita en 1936 y está llena de matices que llevan de la calma al clímax, y es considerada uno de los movimientos más “tristes”, capaz de “hace sentir la variabilidad de las condiciones de la vida humana”, según indicó la OSN.
También se escuchará la Obertura Macbeth de William Henry Fry, el Concierto en Fa Menor para tuba y orquesta de Vaughan Williams, el Largo Al Foctotum Tuba Mib de Rossini, y Sinfonía No.6 de Antonin Dvroak.
La presentación será a las 20 horas, y estará bajo la batuta del estadounidense Robert Debbaut. El solista invitado es el costarricense Esteban Villegas, en la tuba. Admisión: Q50 y Q20.
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Robert Debbaut, Estados Unidos
¿Cómo se dio el contacto con Guatemala?
En el 2000 el maestro David Handel (EE. UU.) fue el asesor artístico de esta orquesta, y la primera invitación llegó por medio de él. Estuve fuera de casa por dos semanas, y al volver, en la contestadora solo había un mensaje y era de él. Me decía que si podría tomar la dirección de este concierto. Devolví la llamada para decir que estaría encantado de venir. Esta es la tercera invitación para dirigir la OSN.
¿Le emociona volver al país?
La orquesta sabe que soy exigente —los ensayos con el maestro fueron intensos— pero cuando llega la hora del concierto hay libertad de ejecución. La música siempre tiene que ser espontánea.
¿Qué se escuchará en el concierto?
Hay música del estadounidense William Henry Fry (1813-1864). En 1998 derrumbaron un edificio en Filadelfia y hallaron una bodega llena con música de él. Su obra no se había interpretado en público y durante un concierto en Ucrania la presenté. Ahora por primera vez se escuchará en Guatemala.
¿Eso es importante?
Cuando se presenta nueva música al público es como darle un plato de comida deliciosa por primera vez. Para una orquesta es importante conocer nuevo repertorio; hay muchas piezas que nunca se han interpretado en concierto.
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Esteban Villegas, Costa Rica
¿Es la primera vez que visita a Guatemala?
Sí. Cómo decir no a esta invitación. La tuba es un instrumento poco común y es difícil resistir a una oportunidad de solista.
¿Cuánto tiempo lleva interpretando el instrumento?
Más de 30 años. Estudié en Costa Rica; luego fui a Venezuela, donde por 18 años toqué en la Sinfónica. Regresé hace un año a mi país.
¿Cómo se interesó por este instrumento?
Yo no escogí la tuba, ella fue quien me eligió. Jamás hubiera deseado tocar este instrumento pero las circunstancias de la vida me llevaron a este y fue amor a primera vista.
Comencé tarde, a los 17 años. Antes toqué el corno francés —por siete años—, y cada día era más malo (ríe), pese a que estudiaba demasiado… De pronto, ya estaba en la tuba.
¿Qué diferencia hay en la ejecución de la tuba con otros instrumentos de viento?
En ejecución todos son difíciles y cada uno tiene su magia. La diferencia es el tamaño y la boquilla. Usted puede pasar 50 años tocando un instrumento pero si no es el suyo nunca se sentirá bien con él.
La tuba, claro que requiere de mucho aire, pero sobre todo técnica de respiración. Muchos la ven y se intimidan y creen que se requiere ser corpulento y que se necesita de fuerza para hacerlo sonar, pero no es así. Cualquiera puede hacerlo.