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Harrison falleció de cáncer en 2001 y de acuerdo con McCartney, su recuerdo sigue vigente y durante una entrevista con el medio estadounidense NPR, Paul afirmó que se comunica con su excompañero a través de un árbol que el propio George le regaló.
“George estaba muy interesado en la horticultura. Era un jardinero realmente bueno. Entonces me dio un árbol como regalo: es un pino grande y está junto a la puerta de mi casa. Esta mañana, cuando salí, miré hacia el árbol y le dije: ‘Hola, George’”, dijo McCartney.
De acuerdo con el relato de Paul, el árbol le recuerda el tiempo en que él y George se iban “de mochileros”. “Ahí está el árbol, creciendo con fuerza. Es una presencia siempre presente, por definirlo de alguna manera”, agregó.
“Me fascina el árbol: te saluda cuando entras. Es genial y encantador. George me lo dio, así que simplemente lo planté y a medida que pasan los años, cada vez que lo miro digo: ‘Ese es el árbol que me dio George’. Él ha entrado en ese árbol por mí y espero que esté feliz con eso”, concluyó McCartney.
McCartney III
Aprovechando el aislamiento del covid-19, Paul McCartney completó el viernes 18 de diciembre de 2020, McCartney III una trilogía musical emprendida hace 50 años desde la sencillez y la intimidad, lo que -como vuelve a demostrar en esta entrega, a los 78 años de edad- no significa para nada falto de brío ni de ideas.
Corría el año 1970, concretamente abril, cuando él mismo anunció el final de Los Beatles solo unas semanas antes de la publicación de su primer álbum en solitario, llamado sencillamente “McCartney”, que había sido grabado en secreto aprovechando los medios de los que disponía en su hogar con un estilo mucho más sobrio que el que acostumbraba.
Diez años después, la historia volvió a repetirse. A punto de disolver su segundo proyecto colectivo, Wings (lo haría en 1981), se encerró en su hogar para grabar en secreto McCartney II con la única asistencia en las voces de su entonces esposa, Linda (él se ocupó de registrar todos los instrumentos).
Ha habido que esperar cuatro décadas más y a una pandemia que forzó el confinamiento de medio mundo en sus hogares para que “Macca” completara la jugada y sorprendiera con este McCartney III, de nuevo compuesto, interpretado y producido completamente en solitario en su granja familiar de Sussex.
El juego arrancó meses atrás en realidad, cuando era aún secreto y al reproducirse las canciones de McCartney y McCartney II en Spotify, aparecía una animación nueva con un dado que caía del lado de los tres puntos, una imagen que se ha convertido en la carátula de un álbum que está llamado a ser no el final de una era, sino -quién sabe- el principio de una nueva fantasía.