Señalaron también que Pebbles murió por causas naturales y que solo faltaban cinco meses para que cumpliera 23 años.
La perrita había obtenido el Récord Guinnes el 17 de mayo de este año, cuando tenía 22 años y 50 días. Había nacido el 28 de marzo del 2000 en Long Island, Nueva York.
“Tras el reconocimiento del anterior perro más viejo del mundo llamado Tobykeith, los Gregory se dieron cuenta que Pebbles era, en realidad, mucho mayor que él y, por lo tanto podía batir el récord”, indica la publicación de los Récords Guinness.
“Bobby estaba sentado en el sofá conmigo y empezamos a recibir mensajes de texto y llamadas sobre una historia que vieron sobre un perro de 21 años que obtuvo el récord”, agregó Julie Gregory en el comunicado de los Récord Guinness.
Según los Gregory, Pebbles tuvo a lo largo de su vida 32 cachorros en tres camadas diferentes, junto a su compañero llamado Rocky, un Toy Fox Terrier que falleció en 2017 a la edad de 16 años.
En el año 2012 la alimentación de Pebbles cambió de la convencional comida para perros a alimento para gatos, ya que su veterinario afirmó que era “más rica en proteínas a base de carne”.
En algunas ocasiones, como en la celebración de su cumpleaños número 22, los Gregory le permitían a Pebbles comer algo más elaborado como costillas.
Los Gregory también afirmaron a la cadena Fox que Pebbles era un “animal nocturno”, ya que solía dormir durante todo el día mientras tomaba el sol cerca de la piscina de la casa.
Bobby Gregory agregó que la perra se levantaba alrededor de las cuatro o cinco de la tarde, a la hora de la cena y permanecía despierta toda la noche.
¿Secreto de la longevidad?
Uno de los detalles que más llama la atención de la historia es la cantidad de años que vivió Pebbles, debido a que los Fox Terrier suelen vivir una media de entre 12 y 14 años.
Julie Gregory dijo en el comunicado de los Récord Guinness que el secreto por el que Pebbles vivió tanto tiempo fue por darle “mucho amor y atención”.
“Fue una compañera única en la vida, y fue un honor para nosotros haber tenido la bendición de tenerla como mascota, y miembro de la familia”, dijo Julie.
“No hubo nadie que conociera a Pebbles que no la quisiera. La echaremos profundamente de menos”, prosiguió la mujer.
