Escenario

“Hay que perderle miedo a la calle”

"La calle está llena de muchas historias que merecen ser contadas a través del arte", explica el artista español Enrique Flores, quien en las últimas dos semanas recorrió lugares emblemáticos del Centro Histórico para plasmar en su "cuaderno de viaje" lo que Guatemala tiene para contarle al mundo.

Así fue plasmado en papel un lustrador de zapatos, durante la actividad. (Foto Prensa Libre: Billy Quijada)

Así fue plasmado en papel un lustrador de zapatos, durante la actividad. (Foto Prensa Libre: Billy Quijada)

Flores, de 46 años, estuvo de visita en el país con el objetivo de crear un intercambio cultural entre su ciudad de origen y la capital. “Hace cuatro años propuse al museo ABC, de España, la iniciativa Dibuja Madrid, que consistía en impartir talleres a artistas plásticos para que salieran a dibujar a las calles, sin miedo, y así encontraran un nuevo medio de expresión”, comenta.

La propuesta del dibujante en Madrid fue un éxito y buscó replicarla en el país a través del Centro Cultural de España en Guatemala (CCE/G), con lo cual logró reunir a 22 jóvenes dibujantes que siguieron su técnica y retrataron lo mejor del Centro Histórico para exponerlo próximamente en España y, en septiembre, en Guatemala, junto a lo que han hecho sus homólogos madrileños.

Cuaderno en mano

“El artista se siente con mucha libertad cuando trabaja en la calle con cuadernos. Es un material humilde y poco pretencioso, y eso ayuda a crear. Pierdes el miedo a la hora de salir a espacios públicos, ya que no llamas la atención de los transeúntes”, comenta el ilustrador, quien busca que los antiguos cuadernos de viaje —que eran muy usados antes de que se hicieran populares las cámaras fotográficas de bolsillo— sean fieles compañeros de los dibujantes.

A diferencia de Madrid, Flores explica que en Guatemala “la gente es más simpática”. Asegura que esa diferencia cultural facilita la creatividad del artista. “Aquí la personas son más curiosas. En Madrid, la gente no se acerca a ver qué dibujas o a preguntar la razón por la que te le quedas viendo tanto tiempo. Los guatemaltecos se atreven hasta a cuestionar si vendes lo que haces y se interesan por el trabajo”, agrega.

“Me alegro de haber transmitido la experiencia de salir a dibujar a la calle a los artistas nacionales, ya que el taller consistía en que se perdiera el miedo de realizar esta actividad. No quería enseñarles a hacer trazos perfectos, sino que hicieran muchas obras en sus cuadernos”, añade.

“Hay que animar a la gente para que salga a la calle a dibujar, porque dibujar allí es una manera de reapropiarnos de ella. La calle es de los ciudadanos y la recuperamos, entre otras cosas, dibujando”, comenta.

 

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