Producciones rompedoras como The Sopranos, Lost , The X-Files, True Detective, American Horror Story y The Leftovers quizá hubieran triunfado también sin Twin Peaks , pero sin duda esta serie amplió los horizontes audiovisuales de la televisión y abrió el camino para todas aquellas que después quisieron saltarse las normas.
“Twin Peaks demostró básicamente que no había una sola manera de hacer televisión”, aseguró Damon Lindelof, uno de los cerebros detrás de Lost y The Leftovers, en el minidocumental Twin Peaks: The Phenomenon.
Pionera
El universo inquietante, excéntrico, paranormal y surrealista de Twin Peaks era una llamada a la libertad formal y temática en las series: la televisión no tenía por qué ser la hermana pequeña del cine.
“Twin Peaks unió lo rutinario con lo extraño. No creo que el público hubiera visto a gente feliz y la miseria coexistiendo para crear algo realmente perturbador: gente espeluznante sonriendo demasiado”, resumió el creador de Fargo, Noah Hawley, en un reciente artículo en Time.
Lynch no fue el primer cineasta que se atrevió decididamente en la televisión (en los años de 1950 Alfred Hitchcock dio en el clavo con Alfred Hitchcock Presents) , pero sí se arriesgó a tratar a las películas y las series con la misma seriedad, la misma profundidad y el mismo poso artístico propio de un autor.
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En el mismo sentido, Lynch dotó a Twin Peaks de una notable ambición narrativa que ahora parece el pan de cada día en la televisión: de estructuras cerradas por capítulos se pasó a planear largos desarrollos que abarcaban varios episodios o temporadas completas.
En un reciente encuentro con los medios en el que participó Efe, Lynch aseguró que siempre concibió Twin Peaks como una “película en televisión” y destacó la capacidad comprensiva del público: “Los espectadores son detectives, reflexionan, se hacen preguntas y de alguna manera encuentran el sentido” .
“Desde Twin Peaks he trabajado con diferentes guionistas en shows como Desperate Housewives o Sex and the City, y los guionistas me decían: No pensaba que era posible hacer esto, pero debido a Twin Peaks me siento empoderado y esta es mi visión” , apuntó, por su parte, el actor Kyle MacLachlan.
Un regalo más de Twin Peaks a los futuros guionistas televisivos fue su hábil juego con los interrogantes y los misterios sin resolver, en el que saber quién mató a Laura Palmer no era lo imprescindible sino una excusa para desplegar y recorrer el universo de la serie.
“Si miras a las series televisivas desde su comienzo, los shows contaban al público lo que iban a ver, se lo mostraban y luego les contaban lo que habían visto”, argumentó el máximo responsable de The Sopranos, David Chase.
“Lynch y Frost te lo mostraban y te dejaban pensando: Qué es lo que acabo de ver? Era revolucionario y todavía lo es” , añadió.
Habrá que esperar al estreno este domingo de la tercera y ansiada temporada de Twin Peaks para ver si persiste la magia, pero su legado dentro de la historia de la televisión parece intocable tal y como ejemplificó David Chase: “Como un amigo me dijo el otro día: Cualquiera que haga una serie de capítulos de una hora que diga que no está influido por David Lynch está mintiendo”.