Somo Agua es el nombre de la nueva colección de Saúl. Cada uno de los diseños llevaba una intención, la de recordar de dónde se proviene y aquello que las personas llevan dentro y que les permite que se sigan moviéndose para llevarlos a cosas más grandes y a unirse para cuidar de lo suyo. La llamada de acción a cuidar el Lago de Amatitlán prevaleció y buscó crear consciencia a través de un performance durante la pasarela.
En la presentación de la nueva colección Verano 2023 destacaron los collares creados por Sofía Hegel, la empresaria, comunicadora, y escritora, quien junto a la diseñadora Anielka Denburg crearon una línea de joyas hechas 100% de material reciclable.
Los accesorios fueron elaborados a partir de bolsas plásticas en un ejercicio de Upcycling junto a Andrea Carazo de la marca EDEL, y una colaboración de zapatos conscientes fabricados con materiales, suelas y tintes naturales y reciclados de la mano de Veruska y Johannes de la marca EQUOM.
La experiencia fue acompañada de un deseo de impulsar el emprendedurismo guatemalteco a través de una feria de emprendedores que iban desde Nasua, una empresa de cases biodegradables para teléfonos, hasta Vegsos, una marca de quesos veganos con gran variedad de sabores.
Llamado a la sostenibilidad
El Festival Somos Agua arrancó con un BiciTour organizado por Biciruta 502 alrededor del Lago de Amatitlán, para apreciar su belleza desde el vehículo más sano, económico y amable con el entorno; el recorrido sirvió para mostrar una forma diferente de movilizarse en ella se conversó sobre la urgencia de crear un nuevo modelo de movilidad.
A las 14 horas se abrió las puertas de la expo El Futuro de Amatitlán: una selección de proyectos sostenibles y soluciones accesibles para cambiar hábitos.
Durante la presentación se contó con talleres de respiración para promover la salud mental, una de las actividades que marcó la estadía en el Lago, fue abrir las emociones a través del olfato y descubrir los olores del lugar.
El mercadito gastronómico fue el detalle final y crucial en la experiencia, pues a pesar de la lluvia, los invitados pudieron encontrar en este un espacio para crear comunidad, relacionarse, y comer un bocadillo mientras esperaban la pasarela.
La misión de este año fue inspirar a una forma diferente de vivir y hacer negocios.