Su prometido, de 36 años, es el segundo hijo del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia. El también duque de Vrmland es el tercero en la línea de sucesión al trono, por detrás de su hermana mayor la princesa Victoria y de la hija de ésta, la princesa Estela.
En la actualidad, un matrimonio real “permite unir a la familia real con el pueblo y reforzar el sentimiento de comunidad”, señala la historiadora Louise Berglund, entrevistada por la agencia de prensa sueca TT.
Felipe y Sofía, pareja cercana y conocida por llevar un estilo de vida sano, quieren proyectar una imagen de realeza moderna y abierta, y se les puede ver a menudo haciendo ejercicio por la ciudad o pidiendo pizza para llevar en el barrio de moda de Estocolmo.
En 2010, los medios suecos comenzaron a interesarse por el pasado de la joven como modelo de biquinis cuando se desveló su relación con el príncipe Carlos Felipe. Sofía Hellqvist saltó a la fama en 2005 después de participar en el programa de telerrealidad Paradise Hotel.
La futura princesa, que creció en una familia de clase media junto a sus dos hermanas en una pequeña ciudad del centro de Suecia, posó desnuda con 20 años para la revista sueca masculina Slitz.
Los medios no tardaron en desempolvar esas fotos una vez se anunció el compromiso entre la pareja en junio de 2014.
Sin embargo, las imágenes provocaron muy poco revuelo, al igual que el piercing de su ombligo. Por el contrario, sus tatuajes fueron más criticados y la prensa sueca especula que la familia real podría haberle pedido incluso que se los quitara.
“No me arrepiento de nada”
“Es una lástima todo lo que se escribe aún sobre esto”, declaró Sofía en un documental sobre la familia real emitido en enero en la televisión sueca. Estas fotos “me las hicieron hace 10 años y después he continuado con mi vida”.
“No me arrepiento de nada. Todas estas experiencias han hecho de mí la persona que soy, aunque a día de hoy no volvería a hacerlo” , declaró bajo la cómplice mirada de su prometido.
En 2005, Sofía se mudó a New York donde estudió contabilidad y trabajó como profesora de yoga y camarera antes de volver de nuevo a Suecia. “Puedo decir que he vivido mi vida al 100%” , declaró en el documental.
En 2010, cofundó con un amigo la ONG Project Playground para ayudar a los niños desfavorecidos en Sudáfrica, después de haber trabajado como voluntaria en varios países del continente africano.
Dejó su cargo en la ONG en marzo para centrarse en su nueva función de princesa, título que obtendrá junto al de duquesa de Vrmland después de la boda del sábado en Estocolmo.
Al contrario que su cuñado, Chris ONeill —empresario casado con la princesa Magdalena de Suecia— que suele menospreciar los acontecimientos reales, Sofía es popular entre los suecos que admiran de ella su franqueza y compromiso.