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El primer día de las fiestas populares más importantes de Colombia acogió la tradicional Batalla de Flores, el desfile del Rey Momo y el Carnaval de la 44, en los que miles de personas disfrutaron de carrozas, grupos folclóricos, comparsas con disfraces tradicionales e inspirados en hechos de actualidad.
En la vía 40 de la ciudad, por ejemplo, un grupo de personas disfrazadas de “turistas” eran perseguidos por enfermeros para que no se acercaran al público, en alusión al “coronavirus”.
En el arranque del Carnaval, que culminará el próximo martes, destacó, además, entre la multitud un papa Francisco que, desde su “papamovil” y acompañado por más de 50 monjas bailando música tropical, arrancó las carcajadas de miles personas que se apostaron a lado y lado del “Cumbiódromo”, como se conoce la Vía Cuarenta, escenario del desfile.
Las reinas populares, modelos, actrices y cantantes fueron aplaudidos al pasar montados en las carrozas con sugestivos nombres como “Ciudad Marimonda”, “Ruta Picotera”, “Macchina Venecia”, “Flow Puloy”, “Suéltate Gorila”, “Poesía Real” y “La Pachanguera”.
En la Batalla de Flores estuvieron presentes los cubanos Gente de Zona y el colombiano Carlos Vives, quienes al terminar el desfile, frente de la cárcel Modelo, hicieron un homenaje a las personas privadas de la libertad.
Los reclusos aportados en las ventanas disfrutaron de un miniconcierto de los artistas.
En la calle 44, donde se realiza un desfile alterno, la más llamativa fue la parodia de la fuga de la excongresista Aida Merlano, en la que una actriz se lanzó de una tarima para ser recogida por un motociclista, quien resultó ser un imitador del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Merlano, condenada en Colombia a 15 años de cárcel por corrupción electoral, se fugó en octubre pasado aprovechando una cita en un consultorio odontológico de Bogotá y fue recapturada el 27 de enero en Venezuela.
En medio del carnaval, una comparsa de los “Stormtroopers”, liderados por un Dark Vader con un protuberante abdomen, también hizo carcajear a los asistentes apostados en los bordillos.
Y en la calle 17, en el desfile del Rey Momo, los ritmos tradicionales y una gran cantidad de disfraces de superhéroes y personajes, como arlequines, los “negritos” de Santa Lucía, los mohicanos, negritas puloy, congos y garabatos, mostraron un derroche de creatividad y coloridos diseños.
Declarado por la Unesco Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, cada año en el Carnaval de Barranquilla se dan cita más de dos millones y medio de personas entre locales y visitantes.