Derbez contó esto al periodista Gustavo Adolfo Infante en el programa El Minuto que Cambió mi Destino. José Eduardo reveló que él era una hombre a quien le gustaban los noviazgos largos, motivo por el que no ha tenido muchas relaciones sentimentales.
“Con todas mis novias he durado muchísimo, la que era doctora duré tres años y medio; con Bárbara Escalante cinco años y medio; y ahorita ya voy para tres años con Paola Dalay”, dijo Derbez.
Fue ahí que el comediante empezó a contar la particular anécdota. Según contó, luego de cortar con una expareja, ella la llamó y le pidió que bajara a la zona del estacionamiento.
“Bajé incluso con mis dos serpientes. Entonces llego y me dice: ‘súbete al auto’. Era un auto viejo, de esos largotes y con asientos grandes. entonces me siento y empieza a arrancar”, contó el comediante.
Derbez dijo que le preguntó a su expareja hacia dónde se dirigían y qué era lo que había ocurrido para que le llamara y le pidiera subirse al automóvil, a lo que ella le dijo que “tuviera paciencia”.
“Me acuerdo que agarra y llega como al Periférico, y me dice: ‘Te voy a llevar a una cabaña en el Ajusco y ahí te voy a tener sola para mí’. ¡De novela! Entonces le dije: ‘No mi hija’, y entonces no podía yo abrir, ni bajar el vidrio ni nada, no sé si ella le puso algo o qué”, contó.
Como medida para persuadir a su expareja, Derbez contó a Infante que logró abrir una de las ventanas del automóvil, y que empezó a tirar varias cosas de valor de la mujer.
“Me dice: ‘voy a llegar y te voy a amarrar en una cabaña que tengo en el Ajusco y de ahí no vas a salir’. Entonces agarré su teléfono y le dije: ‘Lo voy a aventar, ya frénate, ya no me regreses a mi casa’. Mi bronca ya no era que me regresara a mi casa, era bajarme donde me dejara”, dijo.
Derbez contó que llegó incluso a amenazar a su expareja con sus serpientes. “Me acuerdo que le decía: ‘Te van a morder, te van a atacar’”.
Finalmente el comediante recordó que convenció a su expareja por medio de mimos y caricias. Al lograrlo, le criticó sus acciones.
“Me bajo y le azoto la puerta y le dije: ‘No te quiero volver a ver en mi vida, desgraciada, me vas a matar de un susto, donde regreses te voy a demandar”, narró.
“Entonces ella empieza a gritar y sale el portero de mi edificio, entonces arranca, pero veo que mis amigos están en la calle y les empiezo a gritar: ‘¡Muévanse que esta mujer está loca!’. Les aventó el coche. Nunca más volví a saber de ella”, finalizó.