El complejo cultural tiene una área aproximada de 15 mil metros cuadrados, que se integra por distintos ambientes que le servían a la orden dominica para el proceso de evangelización en el siglo XIX.
“Con el terremoto de Santa Marta en 1773, la Ciudad de Guatemala se trasladó al Valle de la Ermita en 1776. El Superior Gobierno dio posesión a La Orden de Predicadores del terreno, para la construcción de su iglesia y convento, otorgándoles un sitio de 300 varas de norte a sur, y 400 varas de oriente a poniente, tal como estuvieron ubicados en la Antigua Guatemala”, indica Maldonado.
El edificio se comenzó a construir en 1778 y concluyó en 1808. “El convento de Santo Domingo es un edificio de una planta, de estilo neoclásico. Su diseño incluye el monasterio con espacios para el uso específico del instituto de los predicadores. También hay oratorios, comedor, áreas de servidumbre, salas de reposo, aulas de estudio y de lectura, biblioteca y archivo, así como la sala capitular y capilla de la Orden Tercera de Santo Domingo”, dice Maldonado.
El diseño arquitectónico y estructural estuvo a cargo del arquitecto Pedro de Garci Aguirre.
En la actualidad
El Patronato está restaurando uno de los patios principales. “Este trabajo nos ha llevado algunos años, pero hemos tenido descubrimientos increíbles. Encontramos en el centro del patio una fuente que fue destruida y cubierta con una capa de cemento, probablemente a principios del siglo XX, cuando el sitio fue tomado por el gobierno para ser convertido en la bodega de una licorera”, comenta Madoldonado.
“Para nosotros la recuperación de la memoria, de la historia y devolverlo a la comunidad guatemalteca, es uno de nuestros grandes objetivos. Queremos que dentro de cinco años este sitio tenga una biblioteca y auditorio, y que vuelva el corazón cultural de lugar”, agrega Maldonado.
Datos
- El templo de Santo Domingo fue construido por la orden Dominica luego del traslado de la Ciudad de Guatemala hacia el valle de la Ermita, en 1776. Se concluyó en 1808.
- En 1829 expulsaron a las órdenes religiosas del país por mandato de Francisco Morazán y el convento se usó para otros fines como fábrica de tintas y uniformes del ejército, y un banco de sangre. También se usó como cárcel de hombres y luego funcionó una escuela para varones. Los dominicos regresaron a finales de 1830, y en 1871, en el gobierno de Justo Rufino Barrios fueron expulsados nuevamente y regresaron a principios del siglo XX. En esa época instauró una bodega de licores en el área del convento.
Concierto para colaborar
Para recaudar fondos y continuar con la labor de restauración, se ofrecerá el Gran concierto para el alma, el jueves 14 de julio, a las 19.30 horas, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, templo de Santo Domingo, zona 1, con la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Nacional. La donación es de Q100.
Vea al genio guatemalteco de la guitarra Luis Juárez Quixtán interpretar un tema en la iglesia de Santo Domingo: