Para algunos son solo estantes con libros, pero en realidad es el punto de reunión de los pensamientos y sentimientos de miles de escritores, de Guatemala y el mundo, para diferentes edades y publicados en ediciones de todo tipo.
“En los libros encontramos las palabras dormidas y al leerlas, las hacemos revivir. Es un hábito fascinante y siempre educativo”, señala Eduardo Cot, miembro de la Asociación.
El objetivo fundamental de la feria es preservar el hábito de la lectura en papel que, con todo y los avances tecnológicos, sigue teniendo muchas ventajas.
La Feria se encuentra entre 15 y 18 calles, sobre el Paseo de la Sexta. Puede ser visitada de 8 de la mañana a 8 de la noche.
Se vale solo curiosear, pero es seguro que algo de interés se encontrará.
La Feria del Libro surgió en la década 1970 como una iniciativa del alcalde capitalino Manuel Colom Argueta, a fin de promover la lectura.
Si bien en la actualidad los formatos digitales han transformado los hábitos de consumo literario, el libro impreso continúa siendo un medio fuerte de transmisión de ideas, sobre todo por la confiabilidad sobre su autoría, ubicación temporal de la obra y editorial responsable.