En este eficaz thriller, John Cusak se pone en la piel del escritor, obligado a aliarse a un policía tan brillante como engreído (Luke Evans) para poner hallar al asesino en serie que raptó a su prometida.
“Lo único que sabía antes de empezar la película, es que no se sabe qué hizo Edgar Allan Poe los días previos a su muerte”, contó James McTeigue en un hotel en Beverly Hills.
“Nadie sabe lo que le pasó. Lo vieron vociferando en un banco, con ropa que no era suya” .
Poe fue hallado el 3 de octubre de 1849 en Baltimore, delirando, y fue transportado a un hospital donde murió el 7 de octubre. Nunca estuvo en condiciones de explicar cómo había llegado a ese estado y la causa de su muerte sigue siendo un misterio.
“Por tanto, era tentador inventar que, en los últimos días de su vida, Poe había sido transportado a una de sus propias obras, que sería la historia de un asesino en serie”, dijo el director.
Los guionistas Ben Livingston y Hannah Shakespeare entrelazaron la investigación policial verdadera con la obra literaria de Poe.
“Quería contar una historia sobre Poe que generara en el público el deseo de saber más sobre él y de leer sus libros”, explicó James McTeigue.
“Poe es un personaje fascinante, sus trabajos son extraordinarios. Si puedo hacer una película popular que haga que la gente se acerque a su obra más de cerca, sería formidable”, dijo.
Él mismo descubrió muchas cosas sobre el escritor durante la preparación de la película, en particular sus aspectos más sombríos.
“Me di cuenta de hasta qué punto era un hombre multifacético. Estaba casado con su prima de 13 años, perseguía a las mujeres permanentemente, era alcóholico y consumía opio”, recordó.
“Pero era también este escritor brillante que sobresalía en la ciencia ficción, en las historias de detectives y en la crítica literaria. Era un personaje muy extraño que parecía tener cuarenta vidas comprimidas en una sola”, dijo.
Para el director, John Cusak de verdad comprendió lo que queríamos hacer con el personaje y supo captar su esencia.
“Si Poe es alcóholico, hay que mostrarlo. Si se droga, hay que mostrarlo. Si es un mujeriego, también hay que mostrarlo”, dijo. “John supo encontrar el equilibrio entre el forajido y el seductor”.
El filme, a diferencia de la obra de Poe, no cae jamás en lo fantástico, sino que se queda por el contrario con los pies en la tierra, destacó el cineasta.
“Es cierto que muchas historias de Poe están basadas en la duda entre lo que es real y lo que no lo es. Pero si trataba de introducir en la película sueños o visiones (del escritor), creo que el público se habría perdido”.
Agencia AFP
