García Márquez, uno de los principales precursores del realismo mágico, tenía claro que la imágenes de su infancia eran tan extraordinarias que apenas cabrían en las más lúdicas historias, entonces en 1967 de su pluma nació Cien años de soledad, en el que “muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
A la edad de 5 años se enamoró de su maestra Elena Fergusson. “Cada vez que me acercaba me daban ganas de besarla; me inculcó el gusto de ir a la escuela, solo por verla”, dijo el escritor en alguna ocasión.
En 1947, durante su juventud, tuvo que viajar a la ciudad de Bogotá para estudiar leyes —profesión de la que nunca se graduó—, un poco más obligado por su padres que por interés. Se encontró con un sitio diferente a todo lo que él conocía. “Una ciudad gris, fría, donde todo el mundo se vestía con ropa muy abrigada y negra”, decía.
A lo mejor, eso llevó a que García Márquez fuera profundamente cálido en sus relatos, a dibujar con añoranza, su viaje en un barco de vapor por el majestuoso y bravo río Magdalena, en Hojarasca, o los relatos de Cien años de soledad, en el que se deshila las siete generaciones de los Buendía en un lugar tan increíble, alucinante, musical y colorido al que llamó Macondo.
Carrera literaria
En febrero de 1954 Gabo se integró en la redacción del periódico El Espectador, donde se convirtió en el primer columnista de cine del periodismo colombiano, y luego en brillante cronista y reportero. Su trabajo que lo consagró en estos oficios fue El relato de un náufrago, en 1955. A partir de allí su vida parecía no parar en ninguna ciudad; fue un viajero por excelencia. Vivió una larga temporada en París, y recorrió Polonia, Hungría, Checoslovaquia y la Unión Soviética.
En 1982 ganó el Premio Nobel de Literatura. En este entonces, al respecto, el escritor mexicano Juan Rulfo dijo: “Por primera vez, después de muchos años, se ha dado un premio de literatura justo”.
Las mariposas amarillas, la cumbia y el vallenato con sabor colombiano siempre acompañaron las letras de Gabriel García Márquez, quien en su oportunidad confesó que el periodismo era el mejor oficio del mundo.
Homenajes
En México a partir del viernes 17, se organiza una jornada nacional de lectura y se dramatizará la obra El amor en los tiempos del cólera.
En Colombia se inaugurará la muestra Gabo vive entre nosotros, y se sumarán otras actividades organizadas por la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo).
En Guatemala, el sábado 25, a las 10.30 horas, la Comunidad de Lectores se reunirá para conversar sobre el libro Doce cuentos peregrinos, en el Museo del Ferrocarril, zona 1.
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