El festival ha tenido varios puntos álgidos desde su inicio el martes pasado. El gran éxito de la primera jornada fue el español Miguel Bosé, que se subió al escenario de Viña del Mar por décima vez, más que ningún otro artista en la historia del certamen.
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El protagonista de la segunda noche fue el puertorriqueño Luis Fonsi, aclamado por el público con una mezcla de sus clásicas baladas y los temas más movidos como el exitoso Despacito, que interpretó sin el reguetonero Daddy Yankee.
El miércoles, en la llamada “noche anglo”, el espectáculo más ovacionado fue el del grupo británico Jamiroquai, que ofreció un variado repertorio desde el funk al electropop.
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La cuarta noche del festival estuvo dominada por el dúo mexicano Jesse & Joy y el cantante estadounidense Prince Royce, uno de los principales exponentes de la bachata.
Lo más destacado de la penúltima jornada fue el concierto del colombiano Carlos Vives, que cantó algunos de sus éxitos clásicos y aprovechó para subir al escenario a otros artistas cafeteros como Sebastián Yatra y la banda ChocQuibTown
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