Otros piensan que tomar un vaso de leche ayuda a conciliar el sueño. Este líquido contiene triptófano, una sustancia que produce serotonina, que influye en la serenidad. Sin embargo, también contiene otros aminoácidos que hacen que este, a veces, no intervenga en la relajación.
Hacer ejercicio antes de dormir no influye en la conciliación del sueño, pero este se debe practicar al menos con tres horas de antelación.
Aparte, otros tienen la costumbre de dejar la televisión encendida para poder conciliar el sueño. La luz artificial de estos aparatos suprime la producción de melatonina, una hormona que induce el sueño.
Dormir es saludable, pero hacerlo en exceso resulta nocivo para el organismo. Un estudio de The University of British Columbia asegura que quienes duermen más de ocho horas diarias llegan a sufrir problemas como la apnea o posibles depresiones.