Vida

Isabel Ruiz

?Yo no quiero contribuir con el arte a hacer de los demás una escuela de borregos?

En las acuarelas e instalaciones, Isabel Ruiz ha plasmado su visión del entorno que rodea a los guatemaltecos.

Hizo su primera exposición a finales de la década de los 60, y de allí ha recorrido un largo camino de crecimiento constante. Justo ahora, una instalación suya está expuesta en Taiwan junto a la obra de otros artistas centroamericanos.

¿Dónde presentó su primera exposición?

?Creo que la hice en 1968, en la Universidad Popular. Fue un día particularmente muy emocionante, porque era el principio de la culminación de un sueño. Yo siempre decía, en mi locura de ese momento, que mi gran ilusión era dedicarme al arte, y cuando estuve en condiciones de realizar mi primera exposición dije que a partir de ese día yo me casaba con el arte.

Recuerdo muy fuertemente la emoción que viví, puesto que hasta me preparé especialmente. Me mandé a hacer un vestido blanco, pensando que simbólicamente me casaba con el arte y lo hacía de una forma incondicional.

?También para el director de la institución en ese momento era un motivo de fiesta, porque era la primera vez que egresaba una mujer de la Universidad Popular. Hasta me pusieron marimba?.

¿Cómo ha sido su relación con el arte?

?Esencialmente, para mí el arte ha sido como un acto de liberación. Yo he sido de temperamento fuerte. Tenía una gran necesidad de expresión. Creo que a muy temprana edad tuve conciencia de las situaciones que se vivían, y el arte, en un momento dado, se constituyó para mí como en un arma a través de la cual podía expresar sentimientos y emociones que vivía en esa época.

?Yo siento que la primera impresión casi no se ha perdido porque, no obstante, al paso de los años ha requerido indudablemente un estímulo permanente de crecimiento, de lecturas, formación seria, de investigación.

?Casi te podría decir que a pesar de que en mis obras vas a encontrar mucha espontaneidad, son cosas que debidamente fueron maduradas en mí para que después dieran un producto totalmente espontáneo?.

De su carácter, ¿qué se refleja en su obra?

?Yo pienso que todo. Indudablemente. Mi obra se ve muy expresiva, pero es lo que te digo, es una expresividad que me la he ganado a fuerza de confesar que he vivido, parafraseando a Pablo Neruda. Siempre he tratado de hacer de mi arte un laboratorio en donde siempre traté de investigar y, de hecho, lo he seguido haciendo. Lo que hice últimamente es muy diferente a lo que Isabel Ruiz pintaba en la primera exposición.

Recuerdo que era de colores muy violentos, muy fuertes, y estaba enmarcada dentro del paisaje guatemalteco, pero era una visión muy particular. Después, ya entendí que lo hice con mucha relación al movimiento expresionista. Los colores eran contrastantes y cargados de un doble montaje de figuración en las imágenes. Yo no sé de dónde me vino eso en aquel momento. Claro que hoy ya entiendo qué fue. La vida en el país ha sido bastante violenta?.

¿Ha sentido personalmente la represión?

?Pienso que yo no he tenido limitantes para eso. He tratado siempre de manifestarme con la mayor libertad del mundo; lo que pasa es que la forma en como se crezca y se eduque en este país, ya la represión está inmersa en ti.

Al ser humano no le basta con que le dejés caminar, también hay que abrirle las puertas, las posibilidades de sus mundos mejores, las posibilidades de expresión, y esa expresión tiene que nacer, incluso, desde el hogar, y darse a nivel de país. Yo creo que en el fondo lo que todos los seres humanos buscamos es libertad. Yo he tratado de manifestarme con la mayor libertad del mundo, las limitantes que pueda expresar mi obra también son limitantes del país, de alguna manera?.

¿Qué significan para usted la serie Río Negro o las instalaciones que ha hecho?

?Yo pienso que dependiendo de la formación, de la sensibilidad, del sentido de observación que tengamos de la realidad de este país, en esa medida cada espectador que ve mi obra descubrirá cosas. Yo te diría que, modestamente, he dejado toda la historia de mi país pintada en mis acuarelas. No necesariamente estoy pensando que tengan esa misma visión los demás.

Lo que me interesa es que yo me realice y exprese los momentos que he vivido. Eso importa. Si los demás lo ven o no lo ven, ya no es problema mío. Yo pienso que con la misma libertad con que hice las cosas, con esa misma libertad tiene que ser observada por los demás.

?Es maravilloso cuando lográs despertar tantas cosas en los demás que están inmersas en el entorno. Tomá en cuenta que todos vivimos bajo una misma geografía, pero tenemos una visión particular del mundo.

Eso me permite entender que así como espero que se respete mi manera de ver las cosas, también me gusta respetar lo que los demás ven en mi obra. Yo no quiero contribuir con el arte a hacer de los demás una escuela de borregos, como se acostumbra en el medio educativo del país, obedientes y memorizadores?.

ESCRITO POR: