Vida

Jorge Pellecer

Fundador de Ars Nova y director de otros grupos corales

Cuando en Guatemala aún no se le daba mucha difusión a la música histórica, el maestro Jorge Pellecer formó el grupo coral Ars Nova.

Eso fue en 1967. Empezaron con un repertorio de polifonía europea. 20 años después, en 1987, Pellecer encontró en los archivos de Catedral, entre otras, la ?Misa de bomba a 4?, de Pedro Bermúdez.

?Yo realmente la descubrí para mí?, dice el maestro, ?pero para el mundo ya estaba descubierta? y se refiere al trabajo de otros investigadores.

El próximo sábado, este médico que implementó en el IGSS el programa de musicoterapia, presentará la que considera la transcripción definitiva de la obra.

-¿Cuál es la importancia de la ?Misa de bomba??

-Una cosa muy interesante de esta misa es que, en primer lugar, está escrita por un autor de origen español, nacido en Granada, pero que siendo muy joven vino a América. No lo sabemos con seguridad, pero por la época en que se movió, seguramente recibió, sino la enseñanza directa, la influencia de los más connotados compositores del siglo XVI y que fueron los que directamente influenciaron las primeras obras escritas aquí en la colonia en América. Cuando tuve la oportunidad de revisar los archivos musicales de Catedral, lo que más me llamó la atención al principio fueron los libros grandes, libros de coro, de esos que se usaban antes para que los leyeran varios cantores desde lejos. En Portugal tuve noticias de las ensaladas de Flecha, un género que por mucho tiempo se le atribuyó a él. Se caracteriza porque es una mezcla de diferentes tipos de danza, música sacra, al estilo eclesiástico, tiene muchos cambios de ritmo, de un carácter popular muy marcado. Una de las ensaladas de él, la alegoría del barco que se está hundiendo en alta mar y empiezan las órdenes angustiosas del capitán para rescatar la nave y una de las cosas principales que grita es ¡bomba!, bomba! Cuando llegué al archivo, de pronto me encuentro con un título que decía Misa de Bomba a 4. Mi sorpresa fue que, aunque con otra escritura y en otros tiempos, las primeras notas eran claramente el tema de la ensalada La Bomba. Hicimos ese primer intento que tenía muchos errores, deficiencias de interpretación y también, con apoyo del Ministerio de Educación, hicimos una primera grabación.

-¿Qué caracterizaba la música de ese momento?

-Básicamente, lo que se ha podido ir viendo es que la música de la Colonia Hispanoamérica es una música europea, pero con el tiempo fue adquiriendo otros matices. Casi toda la música inspirada en temas religiosos, aunque no fuera sacra, aun la música profana y popular, por lo menos la vocal. Yo me imagino que los coros sólo en las iglesias había. Lo interesante de esta misa es que muestra la gran influencia que tuvo Mateo Flecha. Por eso fue que cuando me encontré con el tema de Flecha, hecho por Bermúdez, me impresionó mucho. Después la dejamos por mucho tiempo, hasta que nuevamente, ya con el interés de Omar (Morales), desempolvamos todo aquello se hizo una nueva transcripción más apegada a los cánones.

-¿Qué le puede aportar el conocimiento de la música de esa época a la sociedad actual?

-Ese es un tema interesantísimo y delicado. Yo pienso que mucho porque si de algo adolecemos los chapines es de cierta falta de identidad cultural en todo sentido, pero musical sobre todo, porque el guatemalteco cree que sus ancestros musicales sólo son los sones y esa música que a veces ponen como autóctona, como maya. Tiene importancia también cultural en el sentido de que es una revalorización de la propia estima musical. Muchos de los autores, o por lo menos de los copistas era indígenas, generalmente nobles, que los religiosos tomaban, en primer lugar para afianzar las líneas de poder, los educaban no solamente en las letras, sino también en la música. Muchos de ellos fueron los que copiaron obras de autores europeos y de otros países hispanoamericanos y muchos de ellos compusieron también.

-¿En qué condiciones fundó Ars Nova?

-Había pocos coros, pero ningún coro se preocupaba por hacer polifonía antigua y mucho menos específicamente ibérica, que fue la puerta por la que entramos a la música hispanoamericana. Aunque no lo sabíamos creo que hicimos bien porque ese debe ser el camino. Había poco y sin embargo la suerte es que en esa época ya había un despertar por la música antigua a nivel europeo, teníamos discos.

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