Vida

José Luis Abelar

Fue violín concertino de la Sinfónica Nacional durante 47 años, y catedrático del Conservatorio durante 51

?Al que es (violín) concertino, obviamente le gusta tocar solos?, dice el maestro José Luis Abelar (1919), quien desempeñó este puesto durante 47 años.

Cuando aún era alumno del Conservatorio ingresó a la orquesta Progresista, durante el Gobierno de Jorge Ubico, y después, a la Orquesta Sinfónica Nacional. En 1944 ascendió a violín concertino nombrado por el maestro Andrés Archila. Más adelante, por concurso de oposición, conservó ese puesto hasta su jubilación en 1991. Fue integrante fundador del Cuarteto Guatemala, que actuaba en la TGW, y del cuarteto Jesús Castillo.

Basado en su experiencia, ¿cuál es el papel que debe desempeñar un violín concertino en una orquesta?

?Le puedo decir que generalmente, de la igualdad de arcadas en una obra, en lo que corresponde a la cuerda, depende mucho el fraseo, la interpretación, el gusto de una obra. Cuando en una orquesta unos van para arriba y otros para abajo, eso siempre desmerece un poco, ya que los fraseos y las acentuaciones no son iguales.

Esa fue mi tarea desde el principio, ir viendo que los arcos fueran todos iguales, y hasta donde era posible, sugerir una que otra digitación, que es una parte de la técnica que ayuda mucho a la buena calidad de sonido. Pero ya se sabe que en este sentido es un poco difícil?.

Si a usted lo pusieran a seleccionar un violín concertino para una orquesta, ¿qué características buscaría en esa persona?

?Obviamente que esté avanzado en su técnica, porque un violín concertino tiene el riesgo constante de enfrentarse con solos bastante difíciles. Si una obra incluye pasajes de un solo de dos o cuatro compases, pero son pasajes intempestivos, eso requiere de una técnica cimentada para lograrlo, hay que conocer la obra. Por eso se necesita que el joven tenga un desarrollo técnico normal?.

¿Cuentan también las características personales?

?¡Cómo no! Tiene que ser un hombre muy dinámico, que tenga entusiasmo por lo que va a tocar, que esté acorde con el carácter de la obra. Generalmente, la música debe tocarse con espíritu musical, porque si vamos a oír una música sin espíritu, no vale la pena, eso no es música. Es muy importante que haya un espíritu libre, con entusiasmo?.

¿Qué recuerdo tiene del maestro Andrés Archila y de la época en que se formó la Sinfónica Nacional?

?Él hizo una excelente labor como director en aquel entonces. En la orquesta estábamos acostumbrados a un programa y no salíamos de eso. El comenzó poco a poco, con ayuda, no sé si las embajadas obsequiaban o traían obras. Alcanzamos un puesto muy bonito hasta que vinieron otros directores como (Jorge) Sarmientos, el maestro Ricardo del Carmen, quienes se atrevieron a poner obras de mucho peso?.

¿Cómo fue esa transición entre la orquesta Progresista y la Sinfónica?

?Fue una transición bastante fuerte, porque uno está acostumbrado a trabajar determinadas obras de las que uno, más o menos, tiene conocimiento (de un repertorio muy rígido a otro tipo de obras).

Obviamente, para ese tipo de obras es indiscutible que hubo cambio de horarios; algunas veces se nos aumentaba el tiempo de trabajo. Cuando había obras demasiado difíciles, la orquesta se dividía: la cuerda por un lado, vientos por otro, hasta que nos reuníamos todos; eso requería de tiempo adicional?.

¿Cuál fue la visión con que fue creada la Sinfónica Nacional?

?Desde el punto de vista cultural, darlo al pueblo. Claro, con los pocos medios que había en aquel entonces se comenzaron a hacer los conciertos al aire libre para el público. Íbamos a los diferentes barrios, algunas veces con éxito, otras no, porque siempre existen cosas raras en los lugares, el desorden y todo eso. Fue muy bonito, porque se incrementó mucho el gusto en esa época?.

¿Cuál considera que fue su mejor momento en la Sinfónica?

?Cuando ya empezamos a ver las obras más actualizadas, al que es concertino, obviamente, le gusta tocar solos, porque es una oportunidad que tiene no sólo para demostrar su profesionalismo, sino también dar al público esas obras nuevas. Ofrece, también, obras como Ravel, Debussy; la conformación es tan diferente, así como su construcción. Esto le da progreso a todos los miembros de la orquesta?.

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