Vida

Julio Santos

?La técnica vocal al corista es como el ejercicio previo al corredor de cien metros planos?

Julio Santos lleva ya un par de décadas en el ambiente de la música coral guatemalteca.

Primero lo hizo como integrante de varias agrupaciones como el Coro Ricardo del Carmen y después como director de otras como la Asociación Coral El Derecho y el Coro Nacional de Guatemala. Ha sido solista barítono en la Orquesta Clásica de Guatemala y es, desde 1982, percusionista de la Orquesta Sinfónica Nacional.

Actualmente preside la Asociación de Directores de Coros de Guatemala y la Asociación Coral Victoria con la que ha organizado festivales internacionales de coros.

¿Cómo surgió el coro Victoria?

?Fui llamado a trabajar en la Escuela Nacional de Música en 1981, como catedrático. Estando allí, el maestro Manuel Alvarado formó un coro con todos los alumnos, un coro enorme como de 100 voces.

Era el coro que representaba a la institución, pero era muy grande. Varias veces me dijo: por qué no te formas un coro más pequeño. Llamé a doce personas de quinto grado; el primer concierto fue cantar una misa. Cuando él vio que el grupo había funcionado nos mandó al interior de la república. Hicimos nuestra primera salida a Sololá y a partir de allí empezamos a hacer actividades en toda la república?.

¿Qué tan grande era la actividad coral en ese momento?

?La actividad coral en Guatemala ha sido bastante baja. En el siglo XX fue bastante baja. El maestro Oscar Vargas Romero inició el Coro Guatemala más o menos en el 36. Por allí empieza a arrancar la actividad, aunque la iglesia sí mantenía sus grupos?.

¿En qué momento salen los coros de las iglesias y suben al escenario?

?Tengo la impresión de que eso sucedió con el coro que formó en el Conservatorio un maestro de apellido Pineda y luego con la creación del Coro Guatemala, que dio margen al Coro Nacional, vigente hoy día. Eso motivó a crear otros grupos que son tan antiguos, como el caso de la Asociación Coral Universitaria, el Coro de Derecho. Aún con eso, los coros eran pocos y con presentaciones esporádicas.

?Por iniciativa de la escuela formamos el coro Victoria. Nos dimos cuenta de que había pocos grupos en relación a lo que hay en otros países; a raíz de eso tomamos la decisión de hacer una proyección a nivel internacional. A partir de 1992 asumimos el reto de salir y fuimos a un concurso a Colombia.

?Cuando el coro empezó a salir, tomó conciencia de qué había que hacer. Surgieron varias coyunturas. Trabajando en una escuela de niños, iniciamos el concurso de coros, eso fue en 1983. Desde de que el coro empezó a salir, se convirtió en una especie de escuela de música coral. Hoy día tenemos dentro del grupo 8 directores con 8 grupos diferentes y casi 8 festivales?.

¿Cuál es la importancia de mantener vivo este movimiento de música coral?

?Para nosotros el objetivo es que Guatemala cante, provocar una explosión coral porque está comprobado que somos un pueblo que puede cantar, que es afinado. Hay formas de expresar el sentimiento de una forma mejor. Hay una proyección del director a los coristas y de los coristas al público. Ayuda a la educación integral en general. Creemos que es una forma de evitar la violencia?.

¿Qué cualidades se requieren para formar parte de un coro?

?Guatemala tiene la ventaja de que casi todos cantamos, es un país muy musical y la generalidad, en el interior es que la gente es afinada. Lo de la mala voz no es problema porque la voz se cultiva, como hacer ejercicio; por eso son las clases de técnica vocal. Aun el oído, que, es el factor más difícil, se puede cultivar con ejercicios especiales.

?Lo que sí se tiene que ubicar es qué registro tiene. Eso es básico. La técnica vocal al corista es como el ejercicio previo al corredor de 100 metros planos?.

¿Ha crecido la cantidad de público?

?Pienso que sí. Este es otro factor importante, como nuestra gente no está acostumbrada, no le interesa. El primer año que hicimos el festival internacional, quisimos cobrar las entradas, fue un fracaso total, a la gente no le interesaba pagar por oír coros. Lo primero fue descentralizarlo más, y gratis. La gente escuchaba de lejos. Ahora tenemos más público, hay conciertos que llenan el Conservatorio, salvo ciertas agrupaciones, por ejemplo el Coro del Carmen casi siempre llena los teatros.

?La idea de hacer los concursos es que la gente que no se va a dedicar a cantar por lo menos tenga gusto por esa música. En esa ruta, el coro Victoria también ha establecido los conciertos didácticos?.

¿Con qué fondos se mantiene el coro Victoria?

?El coro, a raíz de las salidas (al extranjero), y que se montó una escuela de música coral interna, ha tomado unos niveles de conciencia que me he quedado sorprendido. Qué grupo se echa encima la responsabilidad de organizar un festival internacional que cuesta Q150 mil sin tener un solo centavo.

?Buscamos apoyo en la incitativa privada, el gobierno, ministerio y de poquito en poquito vamos tratando de ajustarnos. Damos a cambio conciertos a instituciones para que nos apoyen. El Ministerio de Cultura nos apoyó, en el 98, con una partida de Q95mil.

?En el 2000 tuvimos mucha precariedad, a punto de cancelarlo, pero sabíamos que eso es muy peligroso para nosotros y para el país, porque ya no lo hacíamos. Le dije al coro: no tengo dinero, los apoyos se están cayendo, es una época difícil, no sé qué hacer. Vendamos ropa, hagamos fiambre y empezaron a surgir unas ideas que parecieran descabelladas?.

¿De verdad vendieron ropa?

?Fuimos a vender ropa a Chimaltenango, a la zona 6. Allí estaban los coristas que usted ve en escena en el Conservatorio, ofreciendo ropa a la gente y lo mismo todos juntos haciendo fiambre para que los fondos entraran, aparte nos imponíamos cuotas mensuales para seguir. Es un grupo con una conciencia tan fuerte, tan sólida, que quiere seguir sosteniendo la actividad porque hemos visto resultados?.

ESCRITO POR: