Hace un año tuvo un accidente razón por la cual tuvo que estar en cama muchos meses. Ahora camina con la ayuda de un andador, pero, puede manejar y así sale a ?darse sus vueltecitas? como dice ella.
Hace dos años enviudó. Ahora, entre uno de sus múltiples planes, está el de aprender a usar el correo electrónico y navegar en internet. Se confieza una aprendiz perpetua del arte y la cultura y su gran pasión es escribir pero en un sentido didáctico y crítico.
Cómo se describiría usted ¿más actriz, más educadora, más escritora?
?Más escritora, mi mayor vocación es la de autora teatral, porque mi intensión inicial habría sido escribir obra de crítica social. Ese es uno de mis propósitos, todavía creo que sí me da tiempo y voy a intentarlo. Tengo obras con ese matiz, entre ellas ?Su majestad el miedo? que fue montada hace algunos años por Rubén Morales Monroy y otro tipo de obras como ?Tus alas Ariel?, ?Mujer y noches sola? y en fin otras más. La mayoría han sido de tendencia social y para criticar. Y hay tanto que criticar en este momento, desdichadamente nuestras juventudes por mucho que estemos con excelentes educadores no asimilan.
?Y no asimilan porque falta una cohesión, falta una especie de simbiosis en lo que es la educación en el hogar, la educación en la universidad y hasta la educación en la calle.
?Tendría que darse una revolución. Y lo triste es que se lo dice una persona de mi edad, una persona que a mis años, quiere que haya una revolución. Porque no se trata de resaltar lo antiguo, lo antiguo también tuvo muchísimos errores y entre otros fue el no haber cimentado, el no haber puesto un frente firme para que esto siguiera creciendo.
?Lo ideal sería que pusieramos mayor empeño, que pusiéramos el dedo en la llaga en cuanto a lo que está ocurriendo en todos nuestros centros educativos, porque no se le está dando la importancia que debiera dársele al arte en general y en especial en el caso de su servidora al teatro?.
4¿Cuántos años ha dado clases?
?Uuuh, tendría que atarle cuatro lobos a la respuesta (ríe). Me gradué en el año 49 y comencé a dar clases, pero siempre mezclando la actividad artística. Procuraba que los alumnos no recibieran la clase árida, que la mayoría de maestros daba en aquellos tiempos.
?Uno de mis mayores anhelos ha sido el de construir un teatro escolar y una escuela de educación integral, o sea que las clases de pensum no se vean simplemente de acuerdo a los renglones fríos de los programas sino que se mezclen. Y que conste que esto ya lo hicieron. No es algo que me esté inventando yo.
?Y bueno, hasta antes del accidente era catedrática de letras en las Universidades Landívar y del Valle?.
¿Qué busca transmitir cuando escribe sus obras de teatro?
?Lo que desearía transmitir es el deseo del cambio en la educación. Se necesita urgentemente, están trabajándolo pero yo lo siento muy lento.
?He visto en la larga existencia mía de docente, gente que se reúne, hacen mesas redondas y bueno, no le puedo decir agrupaciones porque sería un poquito delicado. Pero sí hay cantidad de agrupaciones que están trabajando en esos cambios, pero no se ve hacia qué van?.
¿Qué hace actualmente?
?En la actualidad no estoy soñando con lo que hice, ni sentándome en mis laureles. No, lo que pasó, pasó. Pienso que es bueno que haya pasado. De otra manera no tendría la experiencia que tengo, ni podría disfrutar de las satisfacciones que disfruto y se lo digo de todo corazón.
?Pienso que estoy todavía en disponibilidad de aplicar mis conocimientos a una reforma dentro de las obras que escriba. Lo más fuerte para mí es el teatro y quiero introducir personajes nuevos. Estoy buscando una línea y la voy a encontrar, primero Dios. Tengo el deseo de orientar a las juventudes porque lo están necesitando mucho. Me falta mucho por hacer?.