“Yo me incluyo entre las madres que salimos temprano de casa y trabajamos, pero eso no es excusa para no poder preparar una lonchera saludable. Lo práctico no es necesariamente bueno. Los niños de 0 a 7 años aprenden valores y también hábitos nutricionales”, dijo ayer la nutricionista Doris de Villagrán, de la Liga contra la Obesidad y el Sobrepeso, en el programa El Consultorio, que se transmite por prensalibre.com.
“Por cada 10 niños, al menos uno tiene sobrepeso o es obeso en edades tempranas. Por eso hay que enseñarles a tomar agua, consumir fruta, verdura, a comer de manera saludable”, agregó.
Poco a poco
Es fácil preparar la refacción del pequeño de una manera balanceada, y el primer paso radica en saber qué tipo de alimentos no incluir, que va desde las frituras y golosinas, hasta las bebidas energizantes, recomendó De Villagrán.
Con una adecuada planificación y simples sugerencias para incluir poco a poco estos productos en la lonchera de los niños, se puede conseguir que obtengan las vitaminas y minerales necesarios para que se desempeñen con energía en la escuela.
La experta también expuso que, aunque la lonchera sea muy nutritiva, esta nunca debe sustituir un tiempo de comida, así que cuando el joven llegue a la casa, debe siempre almorzar.
SUGERENCIAS
Estas son algunas ideas para hacer que la refacción sea atractiva para el pequeño y se la coma a gusto:
Según la edad del niño, así deben ser las porciones. Para menores de 5 años, lo ideal es ponerles versiones mini de frutas y verduras, o bien cortarlas a la mitad o incluso menos.
Cortar las verduras en formas divertidas —corazón, estrellas— para los más
pequeños.
En lugar de usar mayonesa, se puede preparar un rico aderezo con yogur, especias, cilantro y una pizca de sal.
ASÍ SE HACE
Guía para preparar una refacción nutritiva.
Es importante planificar, antes de ir al supermercado, lo que se pondrá en la lonchera para los próximos cinco o 10 días.
Toda lonchera debe incluir tres componentes: alimentos energéticos —cereales como pan y galletas simples o de tortilla deshidratada—; formadores —ricos en proteína, como huevo, jamón, pollo, atún, etc.— y reguladores —frutas y verduras—.
Únicamente se deben incluir alimentos que los pequeños ya coman en casa, en especial cuando se trata de frutas y verduras.
A los niños “todo les entra por los ojos”, expicó Doris de Villagrán. Por tal razón hay que evitar que los alimentos se mezclen y se debe poner cada uno en diferentes compartimentos o recipientes. Los aderezos naturales deben ir en una bolsita y explicarle al pequeño cómo sacarla.
Nunca incluir golosinas, bebidas energizantes, gaseosas ni chocolate o galletas rellenas de dulce. Se debe fomentar que beban agua o refrescos naturales.