Vida

Magda Eunice Sánchez

Entrevista: ?No quiero tener influencias, no quiero?

Magda Eunice Sánchez es arquitecta por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Es pintora autodidacta y sobresale además por su obra escultórica.

Cuando habla de sus inicios en el arte señala que empezó a pintar desde niña ?yo dibujé siempre, desde pequeña, y nunca estudié arte -dice-, creo que soy una persona que nació para hacer arte, pues me gustó mucho desde siempre?.

-De niña, ¿qué dibujaba?

-Cuentos. Me imaginaba los personajes y los pintaba en diferentes formas. También hacía pequeñas esculturas de materiales que encontraba en cualquier lado. Pero la escultura la hago más desde hace seis años. Llevo bastante tiempo haciendo pintura y sí quería hacer escultura, pero no encontraba el medio; entonces, empecé a trabajar con un grupo y con ellos esculpimos en varios materiales.

-¿Qué materiales usa en la escultura?

-Trabajo con varios materiales como mármol, piedras en general y arcilla. También en recina, hice unos caballos transparentes de forma abstracta con un jinete. También trabajo barro, éstas siempre las coso para mantener el original. Pero la verdad es que ya no me dan ganas de pasarlas a ningún otro material porque a veces las arruinan, algunas me las han quebrado, o por ejemplo, al pasarlas a bronce ya no quedan igual, además se tardan mucho en entregarlas.

-¿De dónde salen los personajes de sus obras?

-De la imaginación, nunca copio nada. Han sido siempre personajes diferentes. Aunque ahora, como me gustan tanto los caballos, estoy poniendo partes de caballos en mis cuadros; es lo último que he estado haciendo. Pero siempre hago, aunque pinte otras cosas, bailarinas, gatos y caballos.

-¿Por qué caballos?

-Los caballos me gustan por muchas cosas, pero principalmente porque los encuentro elegantes en cada movimiento. Siento que son una variante plástica, y me gustan también por todo lo que son en la historia. Los puedo mover y siempre les encuentro una forma agradable, y luego, por la sugerencias en general que tienen.

-¿Trabajó alguna vez como arquitecta?

-Sí, trabajé en Obras Públicas un tiempo. No me gustaba porque allí no hacían las cosas como uno las diseñaba, ya desde que presentaba el cálculo le hacían variaciones. Después, los que construían también variaban las dimensiones y pues, bueno, ya sólo con variar una dimensión o un diseño se descompone todo, total que yo decía ojalá que no hagan esto, Dios quiera que no lo hagan, porque me daba vergüenza ver después todo alterado.

-¿Cómo nace una obra?

-La verdad es que hay un gran entusiasmo cuando uno empieza a trabajar. Hay períodos en que no tengo el entusiasmo para hacerlo. Por ejemplo, en este período no trabajé mucho, pero la cosa es empezar a intentarlo y que me esté gustando. Entonces me motiva para seguir y lo que me gusta es hacer varios cuadros al mismo tiempo, porque mientras se seca uno le doy un poquito al otro.

-¿Por qué dejó de pintar?

-Pues creo que es por estar en esta casa. Donde vivía estaba muy apretada y sentí que necesitaba un espacio más grande para trabajar y entonces diseñé esta casa pensando en eso. El primer año que estuve aquí estaba muy entusiasmada con ella, pero ahora me siento como desarraigada porque está muy lejos y a veces siento que tiene mucha luz y cosas como esas.

-¿En qué está trabajando ahora?

-Estoy haciendo unas pinturas grandes y tengo que hacer otras porque voy a exponer, primero Dios, en septiembre en el restaurante Camille. También quiero exponer algunas esculturas.

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