Con frecuencia los niños están más expuestos que nunca a la pantalla de dispositivos electrónicos, un hábito que debe ser cambiado, pues podría llevar a la adicción o depresión, aseguran los expertos.
De acuerdo con la psicóloga clínica Margarita de Mazariegos, la tecnología infantil ofrece diversión y aprendizaje, pero los padres deben establecer horarios, reglas y seleccionar los contenidos de los videojuegos o los gadgets con los que jugarán sus hijos.
“Los excesos pueden ocasionar daños físicos y psicológicos. Un niño que pasa mucho tiempo frente a una consola tiende a ser egoísta y poco social”, añade.