Un ejemplo es José quien tiene siete años de edad y se ha caracterizado por ser muy tímido, pero desde hace algún tiempo experimenta mucho miedo, sobre todo por las noches.
No obstante después de 15 días de estar ingiriendo una de las denominadas esencias florales de Bach, sus temores desaparecieron, comenta el naturópata Luis Fernando de Paz, de la clínica de medicina alternativa Shanti.
Y es que la esencia una vez se incorpora al cuerpo, entra en contacto con el ser energético y produce efectos beneficiosos que se manifiestan en los estados emocionales y como consecuencia en el estado físico, añade de Paz.
El objetivo de esta práctica es alimentar a los seres humanos con los atributos positivos que tienen las flores.
Pero no se trata de que se eliminen por arte de magia los aspectos negativos sino de nutrir poco a poco con sentimientos benévolos, los malos; sumado a un cambio de actitud.
Cuando esto se consigue, los individuos se sienten confortados y esto repercute en su sistema inmunológico, afirma De Paz.
Es por eso que también sirve de tratamiento complementario para enfermedades cardiovasculares, renales o degenerativas como artritis, pues muchas personas con estos padecimientos presentan alteraciones emotivas que inciden en su cuadro clínico, explica el médico y cirujano y naturópata, Alejandro Elías de la clínica Biológica.
La pócima del bien
Esta terapia que agrupa 38 sustancias naturales extraídas de flores con propiedades curativas fue descubierta por el médico inglés Edgard Bach (1886-1936).
Se parte de que toda afección física es el resultado de una actitud mental, por lo que hay que tratar ésta primero, añade la terapeuta Karla Godínez de Quiñónez de la clínica Alternativa.
La técnica no excluye a nadie. La pueden utilizar niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, siendo estas últimas las más favorecidas dado a que contrarrestan la depresión, soledad o angustia que suelen manifestar, añade la especialista.
Cada una de las 38 flores tiene una función y también se combinan -sin excederse de seis- de acuerdo al diagnóstico que dé la persona facultada para hacerlo, explica Godínez.
Para todos
Los síntomas más comunes y frecuentes por los que las personas consultan las clínicas y se tratan con esta terapia son: el miedo a lo desconocido y a lo sobrenatural puede aquietarse con álamo y aspen; la intolerancia con haya; la indecisión con cerato; para el agotamiento mental el hojarazo; y para el cansancio físico, olivo.
La soledad con la flor de impaciencia; el estrés con el olmo; los celos, desconfianza y envidia con el acebo; el pesimismo con genciana de campo, la nostalgia con la madreselva, y el sentimiento de culpa con pino.
También hay para la apatía, la cual se trata con rosa silvestre o escaramujo y el egoísmo con la achicoria, señalan los profesionales entrevistados.
Además existe la esencia de urgencia, que es la combinación de cinco flores. Ésta se ingiere después de un susto o crisis nerviosa. Su efecto es inmediato.
¿Cómo se toma?
Depende de las indicaciones de los terapeutas. Lo importante es que las gotas de las esencias que contienen los principios activos se absorban.
El uso más común es de 3 ó 4 gotas debajo de la lengua, 3 ó 4 veces al día, evitando que el gotero toque la lengua para que no se contamine.
Otros lo emplean agregando las dosis a un vaso con agua pura o mineral, comenta de Quiñónez.
En estado de nerviosismo también se utiliza un trozo de gasa o algodón humedecido con la esencia, que luego se coloca en los labios.
Un poco de historia
La terapia floral ha sido reconocida desde 1976 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una técnica útil que bien puede utilizarse para aliviar algunos malestares del organismo.
Ha sido empleada en gran porcentaje en Alemania, Inglaterra, Francia, Australia, Canadá, Estados Unidos y Colombia.
En Guatemala también está incrementándose su uso. Uno de sus beneficios es puede combinarse con la medicina convencional.
La cantidad de días de tratamiento dependerá del estado y avances del paciente.
Fuentes consultadas:
Clínica Biológica: 2433-1618 y 2433-1583, Shanti: 2431-3595, Clínica Alternativa: 5692-6313 y 2433-0147.
