Para la edición de este año se congregaron las delegaciones de 33 países. De estos, cuatro eran de Latinoamérica: México, Ecuador, Costa Rica y Guatemala. Por nuestro país se presentaron Gabriel Barrios, Dulce Calán, Javier de León, José García, Alejandro Barillas y Marisol Castellanos, quienes tienen entre 21 y 23 años, y estudian el cuarto y quinto año de la licenciatura en la Usac.
La llegada de los seis guatemaltecos a Plancks en Múnich es parte de una historia que inició en el 2020, cuando Castellanos era vicepresidenta de la Asociación de Estudiantes de Física y Matemática de la referida universidad. Ese año, sus integrantes fueron invitados para formar parte de la Asociación Internacional de Estudiantes de Física (IAPS, por sus siglas en inglés).
Castellanos explica que esta nueva instancia permitió que los estudiantes de la Usac pudieran integrarse a actividades junto a colegas de México, Costa Rica, República Dominicana y Ecuador —los únicos cuatro latinoamericanos pertenecientes a la IAPS—. La convocatoria permitió que se llevara a cabo un concurso en el que cada país pudiera enviar un grupo representante a Plancks en el presente año.
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De esa cuenta, y después de una competencia que reunió a 200 estudiantes de Física en Guatemala, fueron cuatro los que destacaron con las mejores calificaciones a partir de exámenes que pusieron a prueba conocimientos en Física clásica, cuántica, termodinámica y electromagnética. Como resultado de sus buenos resultados, Barrios, Calán, De León y García pudieron calificar.
Durante su estancia, estuvieron acompañados de Barillas y Castellanos, quienes tomaron parte como observadores del equipo guatemalteco y también hicieron una ponencia sobre sus procesos de investigación científica. A lo largo de la actividad de Plancks, los nacionales participaron en un programa de visitas a laboratorios y centros de investigación, entre ellos los de la Universidad de Múnich.
Durante el tercer día tuvo lugar una competencia, la cual consistió en un examen de 10 problemas que debían ser respondidos por todas las delegaciones internacionales. Para resolverlo contaron con cuatro horas, lápiz, una calculadora y un cuaderno. Sin internet, celulares o computadoras, los jóvenes se enfrentaron a sus propios conocimientos.
“Esto da una oportunidad a los chicos de conocer otras formas de resolver problemas. Además, fomenta más las conexiones entre el grupo desde varias perspectivas”, puntualizó Castellanos, quien fungió como líder del equipo guatemalteco.
Además de la competencia, los jóvenes participaron en talleres y charlas con científicos de otros países, entre ellos el premio Nobel de Física 2020, Reinhard Genzel. Las actividades en el marco de Plancks lograron inspirar a los físicos guatemaltecos en cuanto a las posibilidades de realizar más encuentros de este tipo, así como reivindicar la atención a las ciencias.
La participación de los guatemaltecos en Múnich podría ser también un reflejo del potencial que hay en el país. De acuerdo con Castellanos, el campo de la Física es muy amplio y puede dotar de mejoras a nuestro contexto.
“Esta rama nos puede ayudar a comprender cómo se comporta todo a nuestro alrededor: desde lo más pequeño a lo más grande. Es necesario entender que para todo país la ciencia es vital. Un país sin ciencia no puede avanzar, ya que implica una generación de conocimiento, y la Física puede lograr eso”, concluyó.