Vida

Roberto Díaz Gomar

Actuó bajo la dirección de Bigas Luna en la película ?Las edades de Lulú?.

?Después empecé a hacer teatro en el colegio. Entré a la Universidad Rafael Landívar y creé el grupo de teatro. Vine a la San Carlos y allí ya estaba hecho el grupo El Derecho y entonces empecé a trabajar con ellos bajo la dirección de Zoila Portillo?.

¿Por qué se fue a España? (1978)

?Fue en la época dura. Yo tuve problemas de persecución y salí. Me fui allá y sabía que iba a ponerme a trabajar y a estudiar teatro o actuación. Ya tenía el título de abogado y notario.

?Desde pequeñito iba mucho al cine. Al de mi pueblo (Escuintla) iba todos los días; entonces me sabía todas la películas mexicanas. Hasta las prohibidas las veíamos trepados en una ventana con tres amigos. Me acuerdo de ?French can can? de la María Félix, también vi a Brigitte Bardot en ?Y Dios creó a la mujer?.

?Ya en España empecé primero estudiando teatro. Estudié el método del Actor´s Studio con William Leyton y empecé a trabajar. Hacía teatro de calle, todos los domingos. Eso era para sobrevivir. Estábamos contratados por el ayuntamiento del distrito de Salamanca, en la Plaza de Juan Bravo; allí actué durante dos años?.

¿Cómo fue el paso del teatro para el cine?

?Seguí haciendo teatro allá. Dirigí un grupo por dos años en Málaga haciendo teatro por los pueblos pequeños y mi grupo tronó. Entonces regresé a Madrid y directamente fui a buscar trabajo. Yo dije: antes de un mes yo estoy trabajando en el cine. Mis amigos se rieron. A la semana me llamó un amigo y me dijo de un lugar que estaban trabajando para hacer figuración, o sea para extra. Era para la película ?Luces de bohemia?, y me fui a apuntar. Me hice muy amigo de los que escogían y llamé a todos los de mi grupo de teatro y, efectivamente, a la semana no sólo estaba yo, sino que estábamos todos metidos en el cine. A la semana de estar haciendo la película yo me presenté a una productora de publicidad. No tenía ni idea de lo que era aquello de un casting. Me acuerdo que iba vestido de tacuche y corbata, porque me habían dicho que era para hacer el camarero del vino Carta de Plata. Había una cola enorme y camareros así, de chaquetita y corbatita. Yo quería salir corriendo y todavía dice un tipo: aquí estamos para ver qué cara vende mejor. En eso entré y estaba temblando, cuando a los tres días me llaman para decir que yo lo había ganado.

?Yo sí tenía mucha inquina a la publicidad, y de repente me di cuenta de que con ese dinero pude viajar a ver la última obra de teatro de Manuel José (Arce) antes que se supiera que estaba enfermo de cáncer. Entonces le perdí todo el miedo a la publicidad y me di cuenta de que era una forma de vida como cualquier otra, y que los actores lo tenemos que hacer si queremos sobrevivir como actores. Yo allá no quise ejercer nunca de abogado.

?Después ya fueron creciendo los papeles. Empecé a hacer estelares de publicidad y los tuve muy buenos. Después ya empecé en cine. El único problema era el de siempre, que tenía que disimular que era español, porque como guatemalteco no me iban a contratar; además, yo daba el tipo del español medio.?.

¿Cree que ahora exista más apertura o mejores condiciones para un actor latinoamericano?

?Yo creo que en Guatemala y América Latina tenemos un terreno muy virgen todavía y aquí está todo por contarse, todo por decirse. Aquí en Guatemala se ve una efervescencia, un deseo, una ansiedad por poder hacer cine y hacerlo bien.

?Me encanta las peleas de una agrupación con la otra, porque cada uno cree que está haciendo su mejor película. Y la verdad es que todos están haciendo su mejor película.

?Nos falta conseguir producción. En la medida en que se están haciendo, creo que se nos van a abrir más puertas. Siempre hubo intentos, porque sí hay, creo, que treinta y cuatro películas registradas de

¿Qué podemos esperar del cine guatemalteco?

?Yo creo que muchísimo. Nuestro país es un paraíso, nosotros ya estamos acostumbrados a semejante belleza, pero es un paraíso no sólo en bellezas naturales sino que en temas. Nuestra guerra no se ha tocado, ni nuestra posguerra. Tenemos mil cosas que contar todavía?.

Qué cree que sea necesario para aumentar esa producción cinematográfica guatemalteca?

?Definitivamente sería estupendo si se lograra un apoyo oficial. O que se creara un instituto de cinematografía. Hay instituciones afuera que dan financiaciones si tú, como gobierno, estás afiliado a ellos. Esto significa una cantidad anual de dinero que es muy fuerte. Nosotros, en un festival, proponíamos que se hiciera por parte de los cinco países de Centroamérica, y que esta agrupación nos financiara una o dos películas a cada país por año. Con esa cuota que se tenía que llenar.?

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