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Según la psicóloga experta en sexología, Lorena Bonilla, los principales síntomas de este problema son la falta de interés por cualquier tipo de actividad sexual, como la autosatisfacción y fantasías sexuales, así como la preocupación por no tenerlas. Algunas personas asocian esto a que para la pareja ya no son atractivos o que hay un tercero en la relación. Sin embargo, existen razones que lo pueden provocar.
1. Estrés
“La cotidianidad de ir al trabajo, reuniones, tráfico, cuidar a los hijos y las demás actividades del día nos provocan altos niveles de estrés. También hacen que lleguemos a casa cansados y solo queramos dormir, lo cual afecta las relaciones sexuales”, dice Bonilla.
El estrés puede manifestarse de forma física, provocando cansancio generalizado, tensión muscular y dolor de cabeza. El conjunto de estos padecimientos puede disminuir los niveles de andrógenos y estrógenos, hormonas sexuales, lo cual provoca insuficiencia de erección, ausencia de secreción vaginal o eyaculación precoz.
Además, el cambio de carácter por el cansancio, la irritabilidad y la tensión hacen que la experiencia sexual no sea satisfactoria porque la persona no rendirá igual.
2. Falta de autoestima
La ginecóloga María Mercedes Urrutia comenta que las personas que no aceptan su propio cuerpo y que tienen problemas de autoestima también padecen de ausencia de deseo sexual. “Es un ciclo, la baja autoestima es causa falta de deseo sexual y el no tener relaciones de este tipo también afecta la autoestima”, señala.
La autoestima también puede ser afectada por las disfunciones sexuales que llegan a padecer tanto hombres y mujeres en algún momento de la vida. En los hombres puede surgir la disfunción eréctil aproximadamente entre los 40 y 70 años.
Las mujeres pueden padecer vaginismo, disfunción sexual que se caracteriza por la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, provocando su cierre; así como la menopausia, que provoca la disminución de niveles de estrógeno
Estas enfermedades, en ambos sexos, causa frustración, culpabilidad, depresión, ansiedad y baja autoestima, factores que afectan las relaciones de pareja.
3. Consumo de medicamentos
A las personas que están en tratamientos médicos que son muy fuertes, como los del cáncer que provocan efectos secundarios en el organismo como náuseas, cansancio y fatiga, hacen que disminuya el libido sexual. Estos procesos médicos también afectan la autoestima porque generan cambios en el cuerpo y un desequilibrio hormonal.
Bonilla menciona que algunos medicamentos también pueden afectar la vida en pareja, pero depende mucho de cada persona. La pastilla anticonceptiva disminuye los niveles de testosterona; así como algunos antihistamínicos o los antidepresivos tricíciclos. Lo recomendable es que consulte a su médico si considera que le pueden estar causando este efecto secundario.
4. La monotonía
Al inicio de una relación amorosa todo resulta novedoso y apasionante, incluidas las relaciones íntimas. Sin embargo, el deseo y la atracción sexual puede disminuir con la rutina. Al dedicarse a las actividades del trabajo o del hogar y sus diferentes responsabilidades la pareja tiene poco tiempo para dedicarse momentos románticos.
“Si como pareja nos acostumbramos a tener relaciones sexuales el mismo día y no cambiamos las formas de atraer a la otra persona, todo resultará aburrido y ya no nos llamará la atención y termina siendo una obligación o algo forzado. Esto puede generar frustración y crear problemas en la relación”, enfatiza Urrutia.
Lo recomendable es que una vez por semana dedique, al menos, una tarde para estar junto a su pareja. Ambos pueden buscar actividades que les gusten o que les llame la atención. También pueden buscar otros lugares que les resulten cómodos para tener relaciones sexuales.
5. Mala comunicación con la pareja
“En una mujer, cuando hay problemas de pareja como aburrimiento, infidelidad o falta de respeto muchas veces no hay deseo de tener intimidad”, opina Urrutia.
Cuando hay problemas de pareja que no se resuelven en su momento se genera un bloqueo en temas comunicativos que influyen en todos los aspectos de pareja. Lo recomendable es que exista la confianza para hablar de lo que les afecta.
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