Si se desea conservar un automóvil limpio, se desaconsejan las frituras en bolsita o galletas. Es mejor optar por bocadillos saludables como las barritas de cereal o los frutos deshidratados, los cuales proporcionan una excelente nutrición.
Llevar sándwiches en la heladera portátil es una solución común y eficaz pero, en muchos casos, al momento de comerlos ya están húmedos, aplastados y pegajosos. Para evitarlo, preferir rebanadas de pan bien gruesas y omitir ingredientes como tomate y mayonesa y llevar el queso aparte. Si se incluyen hojas verdes, hay que asegurarse de que estén bien secas antes de agregarlas.
El queso, el jamón, los postres o yogures deben ir debidamente refrigerados y como los viajes suelen extenderse por mucho más de 30 minutos, es mejor evitarlos o colocarlos en una hielera totalmente confiable.
Si se desea degustar algo dulce, preferir las frutas que puedan comerse de un solo bocado, como las cerezas o las uvas.
Para lo más pequeños, basta con comprar comidas envasadas para bebés que no necesitan refrigeración .
En el auto no deben faltar una hielera de dimensiones modestas, que se adapte a cualquier espacio, recipientes plásticos con tapa para diferenciar los distintos alimentos, un termo con agua caliente, un mantel, un cuchillo y toallas antibacteriales para higienizarse antes de comer.