“No es lo mismo que ir a un gimnasio, acá se hacen verdaderas amistades. Muchas personas me han dicho que el baile les ha cambiado la vida porque han logrado superar la timidez”, comentó Blanco, de 29 años.
Milla, de 20 años, codirectora de Dance Art Academy, asegura que desde temprana edad ha sido amante del baile y con el trascurso del tiempo su gusto por esa actividad ha crecido.
La instructora dice que es indescriptible la emoción que se experimenta mientras se baila salsa y para ella, que también estudia odontología, es una manera perfecta de divertirse luego de una extenuante jornada.
Emily Alejandra Galiacho de 14 años, tricampeona mundial de salsa en categoría de 13 a 17 años, afirma que la salsa le ha cambiado la vida.
“En la salsa encontré una segunda familia, es un ambiente para compartir en el que no hay competencia o envidia, sino que todos se apoyan. Me disfruto las coreografías y la conexión con mis compañeros. Mi meta es dedicarme al baile de manera profesional”, dijo Galiacho.