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Nunca es demasiado tarde para disfrutar de la compañía y el amor incondicional que ofrece una mascota, y en el caso de las personas mayores, puede ser el punto de partida para incrementar su bienestar rápidamente.
Salir a caminar y estar en constante movimiento es algo beneficioso y necesario a cualquier edad y una mascota es una motivación muy grande para hacerlo. Entre los beneficios de salir a caminar al menos una vez al día están los siguientes:
- Fortalecer el corazón
- Controla el peso
- Fortalece los huesos y las articulaciones también se benefician
- Reduce el azúcar
- Estimula la inmunidad
- Favorece el sueño
Además, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos afirman que las mascotas pueden ayudar a reducir los niveles de presión arterial y triglicéridos.
Una mascota no solo beneficia a las personas en general de forma física, sino también de manera emocional. (Foto Prensa Libre: Servicios)
Por su parte la psicóloga María Luisa Estrada asegura que tener una mascota y cuidar de ella puede tener un impacto emocional positivo en las personas mayores, las cuales en algunas ocasiones tienden a sentirse como poco útiles o desplazadas. “Tener una mascota implica compañía, pero también una responsabilidad e incluso una rutina, lo que ayudar a mantener una mente ágil. Levantarse por las mañanas y salir a caminar, volver a determinada hora para darle de comer, estar al pendiente de su bienestar e higiene y jugar con ellos hace que los dueños no solo tengan actividad física, la cual impacta considerablemente en el humor de las personas, sino que también los hace tener razones para mantenerse activos en general y empezar los días sabiendo que hay una serie de tareas pendientes y que alguien necesita de ellos”, afirma.
Otro beneficio importante es que las mascotas hacen que sus dueños tengan interacción con otros. Si sale a la misma hora todos los días a pasear a su mascota seguramente encontrará a otras personas que realicen la misma actividad y podría tener una charla agradable con ellas y conocer también a sus peludas compañías. Una conversación que inicie de una forma tan simple como preguntar por la raza de la mascota de la otra persona puede desencadenar una charla tendida y muy amena.
Tome en cuenta que si tiene la intención de adoptar una mascota pero siente que la experiencia podría ser demasiado abrumadora, puede iniciar cuidando a la mascota de un amigo u ofreciéndose como hogar temporal de algún animal que se encuentre en espera de adopción. Esto le dará un buen indicio de cómo sería si usted decide abrir las puertas de su hogar y darle la bienvenida a una nueva compañía.
En caso de querer dar un paso hacia esta aventura, la entrenadora de perros Yuri Padilla sugiere que adopte a un animal de tamaño pequeño o mediano, de alrededor de dos años de edad. Explica que al haber atravesado la etapa de cachorro, los perros suelen ser más tranquilos y demandar mucha menos atención. Sin embargo, tome en cuenta que quizá sea necesario que el animal reciba algún entrenamiento para aprender a su edad algunas cosas claves como sentarse, esperar a que le sirvan su comida, no subirse en los muebles, etcétera.