El bullying se caracteriza por ser una conducta pública, ya que el agresor necesita de un reconocimiento de los demás, debido a la fuerza y poder que proyecta. Generalmente, un niño que acosa y agrede a otro es porque tiene problemas en casa o fue víctima de bullying alguna vez.
Este se trata de un problema social. Según el sociólogo Otto Rivera, ‘la sociedad guatemalteca se caracteriza por ser racista, machista, excluyente y discriminatoria, y el bullying recoge todos estos elementos’. Y, efectivamente, la agresión escolar implica humillar, ridiculizar y excluir a un compañero.
Es un problema presente en Guatemala
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el acoso afecta aproximadamente al 32% de los estudiantes del mundo y Guatemala no es la excepción. Según la Encuesta Nacional sobre Violencia y Clima Escolar 2015 —el registro más reciente—, en el país, el 14% de los estudiantes de primaria y secundaria han sufrido acoso escolar.
Hasta agosto pasado se habían reportado 87 casos de acoso escolar a través de denuncias: 36 efectuadas en la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y 51 en el Ministerio de Educación (Mineduc).
Aunque se da en todas las edades, el acoso escolar es más frecuente en la adolescencia. (Foto Prensa Libre: Servicios).Este problema se da en las distintas etapas escolares, aunque es más frecuente en la adolescencia y tiene un fuerte impacto, especialmente si se trata de una persona con baja autoestima. Según Évelyn Grissel Pivaral, psicóloga de la Unidad de Prevención de Maltratos de la PDH, hay casos de niños de preprimaria que se burlan, golpean y les quitan la refacción a sus compañeros.
Señales de alerta para identificar que su hijo sufre de bullying y cómo ayudarlo
La preocupación de muchos padres es no saber identificar cuando su hijo está sufriendo acoso escolar, pero existen señales generales que nos comunican que algo está pasando. Lo primero que hay que hacer es observar su conducta; cuando vemos algún comportamiento atípico, debemos prestar atención para identificar qué lo está causando.
Podemos percibirlo porque empiezan a sufrir de ansiedad, casi no participan de las actividades escolares y pueden tener personalidades dependientes. Asimismo, a causa del estrés, comienzan a tener diarrea, especialmente los lunes, que es cuando deben volver a clases.
Los niños que suelen sufrir algún tipo de violencia en su entorno escolar se caracterizan por ser callados, introvertidos, tímidos, inseguros y con baja autoestima, como consecuencia del trato que recibe por parte de sus pares.
Un niño que sufre de bullying suele callar este problema, así que la clave está en lograr una comunicación, sin juzgarlo ni señalarlo, culparlo o presionarlo. Como padre, su actitud debe ser de escucha para lograr una apertura en su hijo.
La primera señal de alerta que suelen dar los niños es la negativa a ir a clases, pero no es aquella actitud por no querer incorporarse, sino de temor a ser molestado. Muchas veces podría pedirle que lo cambie de establecimiento o podría verlo llorar de manera continua y sin razón aparente; en el caso de niños menores de 8 años, al estar dormidos se orinan en la cama.
Otra señal es un bajo rendimiento escolar, ya que comienza a presentar problemas de atención y mostrarse retraído. Muchas veces podría aislarse o reaccionar agresivamente, especialmente con sus padres. Asimismo, debido a su baja autoestima, como consecuencia de la agresión, tiene dificultad para hacer amigos.
Si usted observa que su hijo sufre de diarrea, constantes dolores de cabeza, negación para ir a sus clases y algunos golpes físicos como arañazos, raspones, moretones, se muestre poco comunicativo o a la defensiva, es momento de prestar atención detenidamente.
Todas estas señales son causadas por circunstancias en las que se manifiesta el bullying, como recibir apodos vergonzosos, ser ignorado, humillado, golpeado y amenazado, entre otras formas de violencia en la que su hijo podría estar siendo tratado por sus compañeros, así como por aquellos que hacen caso omiso de la situación.
Por lo que es importante que identifique si su hijo está pasando por una depresión, ya que esto podría ser a raíz del acoso escolar, que hay que frenarlo de inmediato y evitar que continúe sufriendo. Hay casos extremos en los que los niños alcanzan a tener pensamientos suicidas o llegan muy golpeados físicamente a casa, como en el caso de Yeison.
Pero los menores no siempre están conscientes de la situación en la que se encuentran, entonces necesitan de su ayuda para reconocerlo y aprender a actuar en determinadas circunstancias.
¿Cómo un niño sabe que está siendo víctima de bullying?
Muchas veces, sucede que un niño no es capaz de identificar cuando está siendo víctima de acoso escolar, ya que normaliza esta situación y la confunde como simples bromas. En otros casos, el niño es muy tímido y no se siente capaz de hablar al respecto y buscar ayuda con un adulto; o asume que es su culpa que esté siendo molestado, sobre todo si se trata de una persona con baja autoestima, pues considera que hay algo mal consigo mismo.
En estos casos, lo mejor es que los padres se acerquen y le pregunten el porqué de su comportamiento. El diálogo es la vía para llegar a ellos, explica la psicóloga clínica Margarita García Marqués, y expone algunos ejemplos.
‘Sabes, tengo la sensación de que algo difícil te debe estar pasando. ¿Quieres contarme lo que está ocurriendo en el colegio? ‘. Recuerde que, cuando un niño es víctima de bullying, podría reaccionar con agresividad o, por otro lado, no querer hablar.
Al lograr la comunicación que se espera e identificar que, efectivamente, está siendo acosado, lo recomendable es acudir de inmediato con las autoridades de la institución educativa, los profesores y la compañía de un psicólogo para resolver la situación, explica García Marqués.
Con la ayuda de un experto en acoso escolar, su hijo podrá aprender estrategias para defenderse y las maneras de reaccionar ante una situación de violencia, así como reforzar su autoestima.