El aumento del flujo sanguíneo en ciertas áreas del cerebro al final del estudio fue de hasta un 8.3 por ciento en personas a quienes al comienzo del experimento se les había detectado un riego cerebral disminuido. Además, en estos individuos aumentó la velocidad de respuesta de la memoria de trabajo.
“Hemos aprendido mucho sobre el flujo sanguíneo en el cerebro y su efecto en las capacidades intelectuales”, dijo Farzaneh A. Sorond, investigadora de la Escuela de Medicina de Harvard que lidera el estudio.
“A medida que las diferentes áreas del cerebro requieren más energía para realizar sus tareas, también necesitan un mayor flujo de sangre”, añadió. Esta relación, llamada acoplamiento neurovascular, puede desempeñar un papel clave en enfermedades como el alzhéimer.
Cautela
Es importante consultar con el médico respecto de la alimentación, ya que lo que para unos es bueno, para otros es dañino.