El doctor Nathan Welham y su equipo utilizaron tejido de las cuerdas vocales de un cadáver y de cuatro pacientes a los que se les había extirpado la laringe, pero que no tuvieron cáncer.
“Los investigadores aislaron, purificaron, e hicieron crecer las células de la mucosa, para después aplicarlas en una base de colágeno de tres dimensiones, similar al sistema que se usa para fabricar piel artificial en el laboratorio”, explica el estudio.
Alrededor de 20 millones de estadounidenses sufren algún tipo de discapacidad auditiva, y muchos tienen daños en la mucosa de las cuerdas vocales, el tejido que vibra cuando el aire se mueve sobre él, dando lugar a la voz.
Ejemplo de cómo funcionan las cuerdas vocales. (Tomado de YouTube, realizado por el doctor Nathan Welham)
Las inyecciones de colágeno y otros materiales pueden ayudar en cierta medida a corto plazo, pero no pueden hacer mucho por las personas que tienen áreas mayores de sus cuerdas vocales dañadas o eliminadas, señala Welham.
“La voz es algo increíble, no pensamos demasiado en ello hasta que algo va mal” , señala el doctor, profesor asociado de cirugía en la Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Misuri-Madison.
“Nuestras cuerdas vocales están hechas de un tejido especial que tiene que ser suficientemente flexible para vibrar y al mismo tiempo suficientemente fuerte para golpear juntas centenares de veces por segundo. Es un sistema exquisito y algo muy difícil de replicar” , apunta Welham.
Las cuerdas vocales son la parte del aparato fonador directamente responsable de la producción de la voz.
Pese a su nombre, no tienen forma de cuerda, sino que se trata de una serie de repliegues o labios membranosos.