Investigadores de la universidad y del Centro Hospitalario Universitario de Rennes se dedicaron a evaluar la correlación entre las capacidades cognitivas, sobre una muestra de 287 niños de 6 años, y la concentración de elementos residuales de estos insecticidas en la orina.
Los investigadores estudiaron la comprensión verbal de los niños, que es un buen índice de su aptitud escolar y su capacidad para memorizar nuevas informaciones.
De forma paralela, la concentración de seis metabolitos diferentes, residuos de la descomposición por el cuerpo de insecticidas piretroides, fue medida en la orina de los niños que integraron la muestra.
Para dos de estos metabolitos fue encontrada una correlación entre su concentración y el menor desempeño cognitivo de los niños, inclusive teniendo en cuenta factores capaces de desviar los resultados.
Los desempeños intelectuales más bajos encontrados en algunos niños se traducían en dificultad para la concentración, comprensión del entorno y en la adquisición de nuevos conocimientos.