Lastimosamente hoy en día seguimos creyendo que la fuerza, la amenaza y la violencia (FAV), siguen siendo los caballos de batalla para conseguir lo que se desea. Históricamente, leemos de las cruzadas, guerras y conquistas que se zanjaron en confrontaciones donde eran los FAV, la clave para lograr el objetivo, en el campo quedaban heridos y muertos, y fuera de allí familiares, amigos y vecinos que adoloridos esperaban la venganza, y así nos hemos movido gran parte de nuestra historia.
Este método se ha convertido en un estilo, observado como prestigioso; vencer sin importar cómo, dejando un amargo sabor en los seres humanos. ¿Le podemos seguir llamando progreso, a esa estadística? O solo incluimos aspectos industriales, tecnológicos y últimamente el internet y la inteligencia artificial (IA).
Hoy sabemos que hay clavos que vienen dejando heridas profundas y que no resuelve la industria, la tecnología, el internet o la IA. Tenemos una sociedad que se considera culpable, de lo que hizo su familia, de su pasado personal o heredado, y eso le impide avanzar. Es un clavo al que se le sigue martillando y que se constituye en una carga muy pesada, la culpa viene aniquilando nuestro presente, es un clavo que se trae de nuestra historia y se le llama exceso de pasado.
El segundo clavo que podemos mencionar es el que afecta a muchos humanos y que les impide negociar y mejorar en su vida, son aquellos elementos que se llaman, apegos, y que nos hacen dependientes de un artículo, un bien o cualquier insumo por el que damos nuestra propia vida. Los apegos son una debilidad que impide buenas negociaciones para un mejor estar, son un clavo que nos impide vivir un presente feliz y en paz, la negociación siempre requiere estar en el presente.
Finalmente, el tercer clavo que impide buenas negociaciones es el miedo, esa emoción que nos mantiene atados a no hacer, no aventurarnos, no animarnos, no tomar un riego. El miedo es un clavo que impide proyectar el futuro. Las negociaciones son ejercicios que hacemos en el presente para disfrutarlas en el futuro, pero cuando el miedo está dentro de nosotros, no es posible ser creativos, confiar en la negociación como ejercicio de vida, y podemos caer en la trampa clásica de acudir a los FAV (fuerza, amenaza y/o violencia).
Revise si usted aplica FAV en su sistema de vida o si tiene algunos de los clavos (culpa, apego o miedo) que le impide ser un buen negociador.
Historia
R. Yesid Barrera Santos, doctor en ciencia política y sociología. Instagram @yesidbarrerasantos
Nuestros conflictos se repiten a través de la historia.