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De acuerdo con la especialista en dermatología, Alejandra Rodríguez, cuando la dermis, capa de la piel, sufre una lesión, las plaquetas y hematíes de la sangre se dirigen a la zona de la herida para formar un coágulo que interrumpe la hemorragia. Este proceso se llama fase de coagulación. Luego, se produce la fase inflamatoria, en donde la herida se hincha, duele y la piel está enrojecida mientras se destruyen los microorganismos que hayan penetrado en el área. Después, en la etapa proliferativa, aumenta la producción de colágeno para reparar las fibras y sustituirlas. Esto lo podrá notar en los bordes de la herida, porque van adquiriendo tensión, se endurecen y empiezan a aparecer las primeras costras.
En la última fase, de remodelación, las costras se caen por sí solas, desaparece la inflamación y la piel adquiere una apariencia más clara y lisa. Progresivamente, toma la tonalidad de la piel no afectada y, aunque a veces la herida puede ser imperceptible, en ocasiones no vuelve a ser exactamente igual que antes de la lesión.
Existen algunos consejos básicos que pueden ayudarle a evitar cicatrices o que estás no sean tan visibles. A continuación, los expertos enlistan algunos cuidados que debe tener con la herida para evitar estas marcas en la piel.
Limpie la herida
El dermatólogo Neftalí Villanueva recomienda que después de detener la hemorragia y los días posteriores, limpie la herida con agua y jabón para evitar infecciones. Séquela con una gasa y aplique un antiséptico. No es aconsejable que use algodón porque puede dejar pelusa en la herida.
“No se debe abusar de la limpieza de la herida. Con hacerlo dos o tres veces al día es suficiente. Algunos creen que mientras más se la laven es mejor, pero resulta lo contrario, porque la piel guarda bacterias y microbios que son beneficiosos y son como un protector. Tampoco es bueno usar el agua muy caliente porque lastima la piel”, dice el profesional.
Dependiendo de la magnitud y extensión de la herida, el médico puede recomendarle tener tapada la herida con una gasa especial para evitar que se infecte por estar en contacto con gérmenes o polvo del ambiente. Sin embargo, si el médico no le recomienda esta medida de protección, lo ideal es dejarla al aire libre para que el proceso de cicatrización sea más rápido.
Use una venda adhesiva
Según el médico internista Juan Carlos Rodríguez, una herida profunda debe mantenerse inmovilizada durante tres días para que cicatrice correctamente, por lo que necesita estar cubierta por un vendaje adecuado. Además, estos cumplen la función de protección ante factores externos que provoquen infecciones.
Si utiliza una venda, cámbiela a diario y no olvide limpiarse la herida dos o tres veces al día.
No retire las costras
En la etapa proliferativa, los glóbulos rojos, fibrinas y plaquetas crean un coágulo alrededor de la herida, lo que poco a poco forma la costra. Es importante que no las retire porque, además de abrir nuevamente la herida, podría provocar una infección porque las bacterias pueden introducirse en ella. También puede provocar que la cicatriz sea más grande.
Evite exponerse al sol
La piel que se regenera en el proceso de cicatrización es muy vulnerable a la radiación ultravioleta, por eso es importante protegerse del sol. Lo ideal es usar protectores con un índice en torno a 30 o 50 FPS.
Debe aplicarse protección solar ya sea en verano o en invierno, cuando la herida ya haya sanado. De esta forma podría reducir la marca que queda en la piel.
Aplique vaselina
“Cuando ya tiene la costra, después de limpiarla, puede aplicarse vaselina para evitar que se reseque. También existen pomadas cicatrizantes que ayudan a mantener hidratada la herida, puede conseguirlas en farmacias. Lo importante al aplicar estos medicamentos es siempre limpiar la herida, para eliminar los gérmenes”, comenta Rodríguez.
Señales de alarma
Villanueva indica que cuando la herida se torna rojiza alrededor y, si la toca con el dorso de la mano, la siente caliente, debe consultar con un médico porque estos podrían ser síntomas de una infección. Además, cuando ve que hay secreción de líquido o de pus, también es ideal que visite a un especialista.
Otras recomendaciones
Existen diversas plantas que gracias a sus propiedades pueden ayudar a la piel en el proceso de cicatrización, como la manzanilla y el aloe vera.
La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias, antibacteriales y desinfectantes, que ayudan a aclarar la piel. Puede optar por comprar bolsitas de infusión, mojar un paño y colocarlo en la herida, no muy caliente.
Puede adquirir también manzanilla a granel. Caliente medio vaso de agua y cuando esté hirviendo agregue la manzanilla seca. Déjela en el fuego por 10 minutos y retírela con un ayuda de un colador. Cuando el agua esté tibia, con ayuda de una gasa, frótela sobre el área afectada suavemente. Puede repetir este procedimiento varias veces al día.
El aloe vera también cuenta con propiedades que ayudan al proceso de cicatrización ya que hidrata en profundidad la dermis y promueve la regeneración celular. Esta planta regenera los tejidos y estimula el colágeno que está en la piel, el cual ayuda a la eliminación de cicatrices.
La mejor forma de aplicar la pulpa de aloe vera es directamente en la herida. Lo ideal es abrir una hoja de aloe vera con un cuchillo, retirar todo el gel y colocarlo en una bandeja para hacer hielo. Luego, refrigérelo, para que se conserven todas las propiedades. De esta forma podrá usar solo la cantidad necesaria.