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La expresión artística abarca la danza, la música, el teatro, el dibujo, la escultura y la pintura, sin embargo, resulta común que se inicie a través del dibujo, la pintura y el modelado en las edades más tempranas.
La actividad creadora de la educación artística es un medio de expresión de sentimientos, pensamientos e intereses. Cada trazo que el niño realiza origina la formación de estructuras de pensamiento, favorece la percepción, afianza la coordinación, su autoconocimiento y la interrelación con el medio que le rodea.
Existen algunas dimensiones en las que la expresión artística infantil influye de manera positiva en el desarrollo integral del niño, estas son:
- Sensorio-perceptiva: el niño amplía su capacidad perceptiva al interpretar formas, analizar detalles, captar efectos de conjunto, ejercitar su memoria visual o distinguir matices.
- Psicomotriz: se relaciona a la coordinación de sus movimientos y los elementos que los llevan a cabo.
- Afectiva: es una válvula de escape para expresar vivencias y sentimientos.
- Comunicativa: el niño expresa un contenido.
- Estética: a través de la práctica continua, el niño puede descubrir la belleza de su entorno. El gusto estético debe enseñarse desde muy pequeños.
- Moral y social: se cuidan los instrumentos y materiales, se respeta el trabajo y las ideas de los demás, se acepta la crítica y se forma parte de un grupo.
- Creativa: la creatividad es la base del arte y es importante que el niño pueda acceder a diferentes medios o formas de expresión y utilizarlos como prefiera.
A través de la expresión artística, el niño logra adquirir seguridad en sí mismo y reduce el miedo a los espacios vacíos (esto no significa que debe llenar todo). Desarrolla su pensamiento abstracto y estimula su creatividad para resolver problemas de la vida cotidiana de forma original, en pocas palabras, forma seres pensantes y creativos.
¿Cuándo empezar?
El desarrollo de la expresión artística está muy ligado al nivel de desarrollo normal del niño. De acuerdo con la edad en que adquiere destrezas o logra concretar algunos conceptos mentales, podrá incorporar estos conocimientos o aprendizajes a su creación artística.
No existe una edad límite o determinada para empezar las actividades de expresión artística, todo dependerá de la motivación natural que reciba de las personas con quienes conviva. Se considera que inicia desde que los niños tienen la capacidad de tomar un instrumento en sus manos para graficar o rayar, aproximadamente entre los 18 y 30 meses de edad. Empieza en la etapa del garabateo, es decir, cuando el niño toma cualquier instrumento para rayar pisos, paredes, libros, hojas, juguetes u otros.
Cuando el niño empiece a mostrar sus primeros intentos de expresión, será importante proveerlo de materiales necesarios, por ejemplo: pinturas de agua, crayones de cera, pintura de dedos, marcadores, crayones de madera, pinceles, tijeras, trajes, arcilla, disfraces, plastilina, instrumentos musicales, música y una caja de material de desecho, pues esta constituye una fuente inagotable de ideas creadoras. Como base se pueden utilizar pliegos de papel Kraft o manila para dar libertad de rayas la mayor cantidad de espacio posible. De esta forma se logrará dar estímulo a sus manos.
¿Qué momentos se pueden aprovechar?
Se debe prestar atención a los instantes en que los niños muestran interés por dibujar o rayar y acompañarlos, no para ayudarlos a dibujar sin para que sientan apoyo y el acompañamiento de los padres.
Lo que el padre puede hacer
Muchos padres se interesan por proveerle a sus hijos todas las facilidades que les permitan alcanzar un grado alto de desarrollo integral, sin embargo, es importante tomar en cuenta algunos consejos relacionados a la expresión artística
- La expresión artística debe considerarse como un registro de la personalidad del niño.
- Mientras trabaja, realiza actividades importantes para su desenvolvimiento.
- Sensibilice al niño en sus relaciones con el medio que le rodea.
- Aprecie cada esfuerzo que el niño haga.
- Comprenda que las proporciones “equivocadas” casi siempre expresan una experiencia.
- Los sentimientos de los niños en relación con su arte son distintos a los de los padres.
- Provea un lugar propio donde trabajar.
- Fomente el respeto y la tolerancia por la expresión artística de otras personas.
- Inscríbalos en clases de actividades artísticas.
- Coloque en las paredes los trabajos de su hijo.
- Permita que desarrollen su propia técnica de acuerdo con la práctica.
- Puede darles un modelo para que traten de dibujarlo, sin importar que el resultado final sea muy diferente.
Lo que el padre debe evitar
Con el mismo afán de promover el desarrollo de sus hijos, los padres pueden realizar actividades que podrían llegar a truncar o bloquear la expresión artística de sus hijos, por ello se sugiere lo siguiente:
- No corrija ni ayude al niño imponiéndole su personalidad.
- No considere importante solo el producto final, el esfuerzo es lo que vale.
- Evite darle libros como modelo a seguir, lo volverán insensible al medio.
- No corrija las desproporciones de sus creaciones.
- No espere que las creaciones del niño sean siempre agradables.
- No tenga preferencias entre los trabajos de un u otro niño
- Evite participar en concursos que usen como estímulo premios y recompensas.
- No imponga sus propias normas cuando trabajen.
- Evite copiar o repasar.
La expresión artística infantil no está destinada a producir artistas, su objetivo es servir al niño como medio para su desarrollo integral. Foméntela a partir de lo que el niño conoce, es decir, de su medio ambiente y de sus vivencias.
Fuente: Juan Ramón Gil Greenidge, Profesor de Educación Media en Artes Plásticas e Historia del Arte, Educación Plástica y Artística en Educación Infantil, David Rollano, Editorial Ideaspropias, España, La expresión artística en el prescolar, Nohora Muñoz, Edgar Búrbano, María Vizcaíno, Cooperativa editorial magisterio, Colombia.
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