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Esta es una enfermedad muy frecuente, que ocasiona que sangren con facilidad, pero una gingivitis sin tratamiento puede ocasionar serios daños en la cavidad bucal, incluso hasta la perdida de los dientes (periodontitis).
Una higiene dental adecuada permite conservar las encías sanas. La falta de higiene lleva a la acumulación de bacterias (placa bacteriana) y finalmente a la formación de sarro, lo que generalmente origina la causa más común de inflamación de las encías.
Las encías sanas son firmes y de color rosa pálido, y están bien sujetadas alrededor de los dientes. Los signos y síntomas de la gingivitis comprenden: encías de color rojo oscuro o violáceo, mal aliento, encías retraídas y sensibles.
Si no existe un tratamiento adecuado para las encías inflamadas, pueden causar la enfermedad periodontal grave que afecta de un 15 a un 20% de los adultos de mediana edad (35-44 años). Se trata de la causa principal de pérdida de dientes, junto con las caries. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 30% de las personas de 65 a 74 años ya no tienen dientes naturales.
Cómo desinflamar las encías
A continuación, encontrará algunos consejos que recomienda la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) que puede tomar en cuenta para desinflamar las encías.
Visitar a un profesional
Antes que nada, lo más recomendable es acudir a un periodoncista, ya que, de entre todos los dentistas, este es el profesional más adecuado para tratar los problemas gingivales.
Remedios caseros
Existen una serie de remedios hogareños que pueden ayudar a disminuir las inflamaciones leves de las encías.
- Se pueden realizar enjuagues bucales de agua con sal o mezclar bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta crear una pasta, con la que se puede frotar suavemente con movimientos circulares la encía.
- También se puede frotar la encía varias veces al día con un poco de aloe vera o moler un poco de jengibre, agregarle una pizca de sal y agua y, con la pasta resultante, masajear las encías.
- Otra opción es usar una bolsita de té calmante y ponerla en agua a hervir, reposar la infusión y añadirle una cucharadita de miel.
- Un remedio que resulta muy efectivo justo después del cepillado de los dientes es masticar cebolla cruda durante unos minutos o preparar un zumo de cebolla y aplicarlo con un trozo de algodón también ayuda a bajar la inflamación.
- El zumo fresco de limón, tan solo hay que agregar el zumo en agua tibia y usarlo como enjuague bucal durante tres veces al día. Lo mismo sucede con el zumo de arándanos, que se puede utilizar dos veces al día.
- Por último, también se pueden hacer enjuagues bucales con agua oxigenada. Para ello, solo hay que agregar un par de cucharadas de agua oxigenada en media taza de agua tibia. Este enjuague resulta más eficaz si se hace justo después del cepillado, por lo que se puede realizar unas tres veces al día.
Buena higiene bucal
No está de más recalcar que tener una buena higiene bucal disminuirá la probabilidad de desarrollar inflamación en las encías.
- Cepillarse los dientes después de cada comida: es importante hacerlo durante un buen tiempo, además procure hacerlo correctamente, moviendo el cepillo adelante y atrás con movimientos cortos que cubran los dientes por completo, además cepíllese la lengua para eliminar las bacterias y mantener el aliento fresco.
- Utilizar seda/hilo dental: en general, se recomienda su uso una vez al día, este le ayudará a sacar los restos alimenticios que el cepillo dental no logra sacar. Sin embargo, hay que estar atento al hilo dental que utiliza, las veces que se hace y cómo se lleva a cabo la higiene, ya que puede provocar irritación de encías.
- Vigilar el uso de las pastas y enjuagues bucales: es recomendable cambiar de marca si experimenta sensibilidad, molestias o dolor con los productos utilizados.