El metabolismo sucede todos los días dentro de su organismo. Cuando ocurre, intervienen un conjunto de reacciones químicas que toman lugar dentro de las células del cuerpo. Si esto ocurre adecuadamente, usted podrá llevar a cabo todas las funciones necesarias y vitales, desde respirar y mantener la temperatura corporal, hasta moverse sin ningún problema.
Alejandra Hernández, nutricionista, explica que el metabolismo “son todos los procesos físicos y químicos que realiza nuestro cuerpo para producir y usar energía, como la respiración, digestión, circulación y el funcionamiento de todos nuestros órganos en general”. La experta agrega que es importante comprender que todos tenemos un metabolismo del cual debemos hacernos cargo.
Así como los vehículos requieren combustible para circular, los humanos necesitamos alimentos que después se transformarán en energía para hacerlos funcionar. Las personas consumen proteínas, grasas e hidratos de carbono, luego son descompuestos en unidades más pequeñas por medio de enzimas. Después de esto, resultarán aminoácidos, ácidos grasos, y azúcares, que serán absorbidos por el corriente sanguíneo y enviados a las células para que se almacene o se libere energía.
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“Las necesidades energéticas de cada metabolismo varían de acuerdo con la edad, sexo, estatura y peso de cada individuo”, asegura Hernández. Se sabe que el metabolismo es más acelerado durante la segunda década de vida. Sin embargo, a criterio del Consejo Americano de Ejercicio, el ritmo metabólico disminuye de 1 a 2 por ciento cada década. Es por eso que, al llegar a los 30 años, la capacidad innata de quemar la energía del cuerpo disminuye en gran medida y progresivamente.
Con base en esto, la nutricionista dice que ningún metabolismo es más lento o más rápido, sino que simplemente varían las necesidades de cada individuo. “Por ejemplo, no es lo mismo decir que una persona que sufrió múltiples quemaduras en su cuerpo tiene el mismo gasto de energía basal que una persona sana. No por eso es más lento, al contrario, en condiciones de una enfermedad como esta, nos presentamos ante un paciente que tiene o necesita mayores requerimientos energéticos que una persona sana para poder recuperarse”, explica.
La experta añade que cuando dicen que el metabolismo está lento, usualmente las personas se refieren a que sienten menos energía para realizar actividades, dificultad, problemas de digestión u obesidad. “Sin embargo, no existe tal cosa de estar lento”, añade la nutricionista.
Muchas personas dicen que acelerar el metabolismo es bueno, cosa que sí trasciende beneficiosamente para nuestro cuerpo y estilo de vida, ya que, con un metabolismo acelerado, el cuerpo podrá procesar los alimentos más rápido y no se convertirán en grasa contraproducente.
Sin embargo, Hernández opina: “En palabras que escuchamos o vemos en redes sociales, el equivalente a acelerarlo sería comer saludable, consumir fuentes de fibra, vitaminas y minerales en busca de que el proceso de digestión sea más fácil, aunque dicho término esté mal empleado”.
La experta también comparte otras recomendaciones para lograr un metabolismo sano:
- Consumir suficiente agua (8 vasos al día)
- Comer más fuentes de grasas saludables
- Ingerir diariamente frutas y verduras
- Realizar actividad física moderada
- Dormir lo suficiente (entre 7 y 8 horas diarias)
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