Cuando se le compra ropa al bebé esta debe lavarse antes de su uso, para evitar que químicos o el polvo —sobre todo cuando ha estado en exhibición— entren en contacto con su piel y vulneren su salud. Hay que recordar también que muchas prendas nuevas han sido manipuladas varias veces y las manos acumulan bacterias.
De preferencia, la ropa de bebé —hasta el primer año— se debe lavar separada de la de los adultos. Esta también debe ubicarse en un balde diferente y utilizar un jabón suave.
A continuación, algunos consejos para mantener limpia y reluciente la ropa de los pequeños de la casa.
Lavar a mano
Es preferible lavar a mano la ropa del bebé para despojar la suciedad y los restos de jabón la ropa. “Muchas veces la lavadora no logra llegar a los lugares más recónditos del tejido, porque la ropa es pequeña y por lo tanto hay riesgo de que la ropa quede con retos de detergente lo cual podría afectar la sensible piel del bebé”, opina Yuri Sandoval, de Amo mi hogar.
Preferir el algodón
Las prendas de algodón evitan problemas de sudoración excesiva e irritaciones por el roce de la piel con la ropa. Este tejido es, por excelencia, el material idóneo para la ropa del bebé, principalmente cuando se trata de prendas que están en contacto constante con el cuerpo, como calcetas, camisetas, bodys, entre otros.
Tender por la mañana
Se aconseja tender la ropa del bebé, de preferencia en las horas de la mañana en que hay más sol para eliminar ácaros que suelen habitar en la ropa. Se sugiere cambiar el lazo en el que se tiende por lo menos cada dos meses para que los hilos gastados o rotos de estos no se introduzcan en la ropa del pequeño y les cause irritaciones o sarpullido.
No planchar
Es un tema muy debatido entre padres de familia. Para Sandoval, la ropa del bebé no se plancha porque con un simple descuido en la temperatura de la plancha se pueden dañar las fibras del tejido, siempre y cuando al tender se sacuda bien para eliminar las arrugas. “La ropa de bebé se puede acomodar y ‘planchar’ con las manos”, agrega.
Remojar en agua tibia
La ropa de bebé se suela manchar más que la de los adultos. Cuando hay una mancha difícil, se recomienda lavar la prenda con agua tibia y detergente —no usar cepillo— antes de remojarla con el resto de la ropa. Cuando la mancha ha cedido, se puede mezclar con el resto de las prendas, para evitar que la mancha llegue a estas.
Separar las prendas
Almacenar y lavar por separado la ropa sucia de los adultos y la de los bebés evita afecciones en la piel de los pequeños. “Los adultos tenemos bacterias contra las que los chicos aún no son inmunes, y se contagian con facilidad”, indica Sandoval. Se sugiere usar una bolsa protectora para que la ropa del pequeño no entre en contacto con otros gérmenes.
Usar jabones neutros
Existen varios tipos de jabones y detergentes para lavar las prendas del bebé que contienen más productos naturales y menos químicos. “Hay que leer las etiquetas de la ropa para conocer qué tipo de jabón o qué temperatura hay que usar”, explica Sandoval. Se desaconsejan productos antimanchas, ya que contienen aditivos muy fuertes.