Está comprobado que aumentar el consumo de verduras, vegetales y frutas a medida que se disminuye el de los productos cárnicos, en especial los procesados, beneficia al organismo de muchas maneras y ayuda a prevenir enfermedades. Sin embargo, el cambio a un estilo de vida vegetariano no debe tomarse a la ligera.
Lo principal es tener la convicción de por qué se hará este cambio —no hacerlo “por moda”— y comprometerse a cumplirlo, comentó el jueves la nutricionista Ana Elisa Pacheco, de Newtrition Center, durante el El Consultorio, que se transmite por las diferentes plataformas digitales de Prensa Libre.
“Muchas veces empezamos con eliminar radicalmente varios alimentos —sin sustituirlos— y causamos problemas en el organismo, como por ejemplo anemia por falta de hierro (que aporta la carne). Por eso es importante acudir primero con un nutricionista, quien debe supervisar esta nueva dieta para lograr el balance ideal”, indicó Pacheco.
El profesional también prescribirá los suplementos vitamínicos —si es necesario— para mantener el equilibrio de nutrientes.
Para sustituir la carne, hay varias fuentes de proteínas vegetales como lentejas, garbanzos, soya, frijol, champiñones y aguacate: sin embargo, es necesario empaparse de conocimiento sobre nutrición, ya que algunas proteínas vegetales deben mezclarse cereales para llevar una alimentación balanceada.
Clasificaciones
Cuando se dice que alguien es vegetariano es porque esta persona no consume productos cárnicos de ninguna procedencia — carne roja, blanca o procesada—.
La dieta vegetariana puede ser ovolactovegetariano —comen huevos y productos lácteos— y sus variedades: ovovegetarianos —solo huevos— y lactovegetarianos —lácteos—. En cambio, un vegano no consume carne ni derivados lácteos ni huevos.
“Siempre digo que lo más importante al cambiar el estilo de vida o la dieta es que no dejemos a un lado el ejercicio que nos beneficiará a nivel físico y emocional”, enfatizó Pacheco.
Creatividad y equilibrio
Las mamás que deseen inculcar un estilo de vida vegetariano en sus hijos deben hacerlo gradualmente. De acuerdo con la nutricionista Ana Elisa Pacheco, en los primeros meses de vida a los bebés debe dárseles los alimentos a medida que evaluamos si estos causan o no alergias.
También sugiere ser más creativos y no forzarlos, sino invitarlos a probar platillos vegetarianos, como por ejemplo pizzas de espinaca con forma de Hulk. “No podemos evitar que a veces coman productos con carne, pero lo importante es que sea de vez en cuando”, agregó.
En cuanto al embarazo, en una mujer vegetariana este período puede ser óptimo siempre y cuando consulte con un profesional y tome los suplementos adecuados.
En las redes
Así fue la participación de los lectores en Facebook.
- Virginia Sandoval: ·“Mi hijo come más verduras ahora, pero una vez a la semana consume pescado o pollo, no carne roja. Poco a poco vamos dejando la carne”.
- K-rmen Velásquez: “Llevo dos meses de ser vegana y me siento súper bien sin consumir ningún producto que tenga animal. Sí sentí el cambio”.
- Luisito Jeisen Castañón: ”Una comida balanceada es lo mejor. El cuerpo necesita de todo”.
- Sara María Escalante: “Los adultos pueden hacer lo que se les dé la gana con su cuerpo, pero en el caso de los niños, las proteínas son importantísimas para su desarrollo, tanto físico como neurológico”.
- Denisse Sanz: “Vi un video de cómo tratan a los animales en la industria de los lácteos y es terrible. No puedo volver a consumir carne o lácteos después de ver ese video”.
- Rodolfo Vásquez: “Simple moda. El humano es cazador y recolector por naturaleza, lo demás es pura y llana moda, además que para su desarrollo el humano necesita de la proteína animal. Que se debe luchar por el bienestar animal, ese es otro tema”.