El oído tiene tres partes principales: externo, medio e interno, y todas se utilizan para percibir los sonidos. Las ondas sonoras entran por el oído externo y llegan al oído medio, en donde hacen vibrar el tímpano. Estas vibraciones se transmiten a través de tres huesos pequeños llamados osículos que se encuentran en el oído medio. Las vibraciones viajan hacia el oído interno, un órgano curvilíneo con forma de serpiente. El oído interno es el que transmite los impulsos nerviosos hasta el cerebro y este los identifica como sonidos.
“El oído interno nos libera de infecciones. Tiene una característica sinusoidal para protegernos de cuerpos extraños, por eso genera el cerumen, que evita que el polvo, insectos o cuerpos extraños entren al fondo”, explica el otólogo Carlos Figueroa.
Además, el oído interno también tiene cinco sensores de equilibrio que nos ayuda a orientarnos en el espacio y para censar las rotaciones de la cabeza en los diferentes ángulos que nos movemos.
Causas más comunes del dolor de oído
La frecuencia e intensidad del dolor de oído dependerá de las causas, las cuales pueden ser desde síntomas de gripe o alergia, cambio de presión durante los vuelos de avión, hasta una infección. De acuerdo con Alejandro Lemus, otorrinolaringólogo, es importante prestar atención a este síntoma para evitar que agrave o que realmente sea signo de otra enfermedad.
Entre las causas más comunes se encuentra:
Trastorno de la articulación temporomandibular
La articulación temporomandibular es la que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza y es la que nos permite hablar, masticar y bostezar. Cuando estamos muy estresados o con ansiedad, solemos apretarla o rechinar los dientes mientras dormimos, lo cual provoca un “dolor referido”. Es decir, una molestia que se percibe en el oído, pero que en realidad se origina en un lugar distinto.
Las personas con problemas de la articulación temporomandibular suelen tener la sensación de oído tapado, perciben zumbidos y dolor en este órgano, que también puede trasladarse al cuello. Incluso, pueden escuchar un chasquido cuando abren o cierran la boca.
Infección de oído
Las infecciones de oído son la segunda causa más común de dolor. La trompa de Eustaquio, ubicada en el oído medio y que ayuda a la regulación de la presión, se obstruye por exceso de mucosidad, por ejemplo, el líquido del oído medio no se drena y se acumula hasta que acaba infectándose y produce inflamación.
Otras infecciones también ocurren después de haber ido a la piscina y no sale el agua que nos entró al oído. Esto, depende de la gravedad, podría provocar dolor al tragar o masticar la comida. El utilizar hisopos u otro objeto para limpiar o rascar los oídos también podría causar infecciones y dolor.
Síntomas de gripe o alergia
En varias ocasiones es común que los síntomas de gripe, como malestar general y congestión nasal, estén acompañados por dolor de oído, sensación de que un líquido se mueve adentro, zumbidos o escuchar como si algo se destapara dentro de este órgano. Algunas veces se puede presentar secreción.
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Ototubaritis
Algunos problemas nasales que hagan que la comunicación entre la nariz y el oído no funcione correctamente provocarán dolor de oído, zumbidos y hasta mala audición. Estos síntomas se suelen acompañar de congestión nasal, que lo provocan un resfriado, alergia o desviación del tabique nasal.
¿Cuándo ir al médico?
En caso de que el dolor sea persistente y no se alivie al tomar medicamentos, es importante que se visite al médico para un mejor diagnóstico. Además, de se presentan vómitos, alteración de la conducta, dolor de cabeza y que la audición baje súbitamente, consulte con un especialista lo más pronto posible.
Remedios caseros para el dolor de oído
Los médicos indican que se debe tener cuidado con los remedios caseros que se utilicen para calmar el dolor. No es recomendable introducir cualquier líquido en el oído, ya que, si se tiene lastimado el tímpano, el agua pasará al oído medio, lo que complicará las molestias y hasta provocar una infección más severa.
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Estos son algunos remedios que puede utilizar para calmar el dolor mientras que visita al médico. Es importante resaltar que no sustituyen la consulta a un especialista.
- Analgésicos de venta libre: el uso de ibuprofeno o acetaminofén ayuda a calmar el dolor, sobre todo cuando está asociado a una infección.
- Compresas frías o tibias: debido a que muchas veces el dolor es por inflamación, se recomienda colocar compresas frías o tibias para disminuir la molestia. Lo ideal es colocar una bolsa de hielo o una manta mojada con agua tibia sobre el oído (sin que ingrese el líquido) y alternar entre tibio y frío cada 10 minutos.
- Aplicar gotas: en caso de que el dolor sea por infección, se recomienda aplicar 3 gotas de antibiótico con antiinflamatorio cada 8 horas.
- No hacer presión: procure no dormir del lado en que se encuentra el oído afectado, ni estarlo tocando.
- Ejercicios para el cuello: cuando el dolor es por presión en el canal auditivo, se recomienda hacer ejercicios para el cuello. Lo ideal es rotar el cuello y la cabeza lentamente hasta que esté paralela al hombro, regrese su vista al frente y rote hacia el otro lado.
Cómo evitar el dolor de oído
El oído es un órgano muy complejo, importante y frágil. Al dañarse se puede provocar pérdida de audición que podrían desembocar en consecuencias irreversibles como la sordera. Los expertos recomiendan algunos hábitos para cuidar la salud del oído y evitar el dolor.
No introducir ningún objeto en el oído
El error más común es introducir nuestro dedo o algún objeto para calmar la picazón por dentro del oído, así como meter un hisopo para limpiarlo. Los médicos indican que si el objeto no es especializado para la limpieza, protección o cuidado de los oídos no se debe introducir. “Una de las consultas más frecuentes es de pacientes que presentaron salida de sangre por manipular un objeto dentro del oído, como un hisopo”, comenta Figueroa. Aunque el 90 por ciento de las perforaciones timpánicas se curan con un cierre espontáneo, sí es necesario visitar a un especialista para que evalúe el tipo de daño.
No es recomendable introducir hisopos, ya que muchas veces la cabeza de este se queda trabada en el oído interno. También pueden quedar partículas de algodón, lo cual provocará mucha picazón.
Evitar los ruidos fuertes
Para una mejor salud auditiva se recomienda evitar la exposición a sonidos fuertes. Objetos como audífonos, bocinas o altavoces pueden dañar nuestros oídos si los utilizamos con volumen demasiado alto.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los audífonos de inserción no se usen más de cuatro minutos al día, ya que si se excede de este tiempo se puede provocar un trauma acústico. Los auriculares y bocinas es ideal usarlos no más del 60 por ciento de su capacidad de volumen y no más de una hora al día. Siempre se debería poder escuchar el ruido que hay alrededor.
En lugares con mucho ruido, como conciertos o discotecas, lo ideal es colocarse lejos de las bocinas. Si en su trabajo el ruido aumenta de los 80dB debe usar protección auditiva.
No aplicar gotas sin prescripción médica
No aplique agua oxigenada, aceites minerales ni ningún tipo de solución salina en el interior del canal auditivo. Además, no es válido auto recetarse cualquier medicamento en presentación de gotas óticas.
En ocasiones tenemos alguna infección, pero esta provocó una perforación timpánica y nos colocamos gotas pueden lastimar el oído interno. Hay medicamentos que si se tiene el tímpano perforado pueden provocar un cuadro severo de vértigo.
Los médicos deben hacer la limpieza de oído
El mejor cuidado de los oídos consiste en dejarlo en manos de los especialistas. En caso de que sienta que tiene un tapón por cerumen, lo mejor es que acuda al médico para que él se haga cargo. No espere demasiado tiempo luego de comenzar a sentir molestias, así evitará consecuencias graves.