Sí, es posible disponer de un remedio que en poco tiempo nos haga sentir más vivos, que nos aumente la memoria y nuestra capacidad creativa, además de mejorarnos la salud.
Este remedio está dentro de todos nosotros y lo producimos y almacenamos de modo natural, pero por distintas razones no sabemos utilizarlo ni dosificarlo. Además, a menudo, lo despilfarramos y descuidamos, dejando que se pierda: se trata de nuestras energías física, mental y emocional, según la especialista Belén Ramírez.
“Nos gestionamos torpemente”
Ramírez es doctora en Derecho, experta en liderazgo, comunicación, autoconocimiento y desarrollo personal. También diseña e imparte programas de formación, bienestar y entrenamiento en habilidades (coaching) para grandes empresas, y es socia directora de SUMMUM Training.
“Es curioso que nos acordemos de recargar nuestro móvil cada día, pero nos olvidemos de recargarnos a nosotros mismos”, señala.
Esto se debe a que “nos gestionamos torpemente y vivimos los días medio dormidos, para pasar las noches medio despiertos, pensando erróneamente que nos recuperaremos cuando llegue el fin de semana”, según esta docente y conferenciante.
Indica que, a menudo, “atribuimos los objetivos no cumplidos a la falta de tiempo, pero ¿hasta qué punto esto se debe en realidad a la falta de energía?”.
“La productividad no depende del número de horas que trabajamos, sino de la cantidad de energía que tenemos durante el tiempo que trabajamos”, sostiene Belén Ramírez.
Para Ramírez, la energía humana podría equipararse con “un recurso renovable” como el agua, el aire o el sol que nos proporciona la naturaleza.
Solo “tenemos que aprender a recargarnos al igual que hacemos con la batería de nuestro móvil cuando, por alguna razón, nos estamos quedando sin ese recurso renovable”, según señala.
Explica que uno de los comportamientos que más erosionan nuestro caudal energético en el plano físico, es la inactividad, ya que “si eres sedentario y no te mueves, aumentas el riesgo de padecer ansiedad y depresión y contribuyes al descenso de tu rendimiento intelectual”.
¡Cuidado con los pensamientos negativos!
“A nivel mental, cualquier pensamiento negativo (“no lo voy a conseguir”, “qué mal lo he hecho”, etc.) nos genera una serie de emociones tóxicas como el miedo, la rabia, o la culpa, que nos drenan la energía”, puntualiza.
Añade que “si rumiamos esos pensamientos una y otra vez, no solo nos provocarán malestar físico, sino que `secuestrarán´ nuestra capacidad de atención y nos llevarán a tomar malas decisiones y a sentirnos pesimistas, irritados o sin autoestima”.
“A nivel emocional la soledad aumenta el estrés y la tristeza”, apunta. Señala que es fundamental “tomar conciencia de nuestros niveles de energía y reponerla a diario para evitar que se agote”.
“Quienes ponen barreras a las relaciones con sus compañeros de trabajo terminan siendo excluidos, y ser excluido por los demás, tiene en nuestro cerebro el mismo efecto que cuando nos rompemos un brazo: dolor. Visto así, esforzarse por tener buenas relaciones en el trabajo no es ninguna tontería”, enfatiza.
En su libro ‘Fórmula ON’, Ramírez describe un “plan de activación energético” con prácticas muy sencillas para recargar nuestra energía física, mental y emocional, y rutinas adaptadas a distintos horarios, obligaciones y capacidades.
El método Fórmula ON nació con el “despertar personal” de la propia autora, cuando un día tomó conciencia de que la batería de su cuerpo estaba completamente desgastada, lo cual la impulsó a buscar herramientas para lograr que su energía personal fuera sostenible, según explica a EFE.
Así desarrolló un conjunto de técnicas, basadas en las últimas investigaciones científicas que la autora define como un “Manual sencillo de medicina preventiva para no llegar destrozados al fin de semana”.
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Cuando aplicamos estas técnicas de modo sistemático “en poco tiempo notamos la diferencia y empezamos a sentir que cada día somos la mejor versión de nosotros mismos”, asegura Ramírez.
Recomendaciones prácticas
La experta comparte algunos consejos para comenzar un nuevo ciclo renovados y motivados.
Recargar la energía física
“Si estás cansado y debes hacer alguna tarea, practica durante 2 minutos la respiración ‘Bhastrika’. Siéntate recto, cierra suavemente los puños y colócalos a la altura de tus hombros como si estuvieses sosteniendo una barra de pesas”, describe.
“Al inhalar sube con energía los brazos por encima de la cabeza y abre mucho las manos. Exhala con fuerza por la nariz al mismo tiempo que colocas los brazos en la posición anterior. ¡Sentirás tanta vitalidad como si te tomases un café!”, explica esta experta.
Llenarse de energía mental
“Cuando tu cerebro esté agotado no te dejes caer en el sofá. Da un paseo por un bosque, un parque o la playa. La naturaleza activa la mente sin cansarla y aumenta nuestra capacidad de concentración, ayudándonos a realizar mejor las tareas que requieren atención y memoria y favoreciendo la claridad de ideas”, sugiere Ramírez.
Incluso “el simple hecho de mirar fotografías o vídeos de plantas, rocas, animales o agua, también puede ayudarte a aumentar tu energía mental”, recalca.
Aumentar la fuerza emocional
Para los momentos de ‘bajón’ o estrés, Ramírez recomienda rodearnos de personas que nos hagan reír.
“Si esto no fuera posible, simula una sonrisa, por ejemplo, poniéndote un lápiz horizontalmente entre los dientes y manteniéndolo al menos un minuto. De esta forma ‘engañarás’ a tu cerebro para que genere las hormonas y neurotransmisores que te levantarán el ánimo y te darán sensación de bienestar haciéndote sentir mejor”, concluye.