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De acuerdo con Gabriela Solís, nutricionista, antes de cambiar su alimentación es importante que tenga clara la razón por la que desea ser vegetariano. Existen más argumentos que el animalista, el cual consiste en no querer ser culpable de la muerte y sacrificio de millones de animales. Algunas personas cambian su dieta por salud, ya que varios estudios han relacionado problemas cardiovasculares, del corazón e hipertensión con productos cárnicos. Otros lo hacen también por respeto al medio ambiente ya que el sistema cárnico tiene relación con el cambio climático.
Cuando hablamos de ser vegetarianos lo primero que se piensa es en no comer carne, pero existen diferentes dietas vegetarianas que ayudan a comprender mejor una dieta a base de otros alimentos.
- Vegetarianos: no comen ningún derivado animal. Es decir, carne, huevos ni lácteos.
- Lacto-ovo-vegetarianos: no consumen carne pero sí lácteos y huevos.
- Lactovegetarianos: no consumen carnes ni huevos, pero sí lácteos.
- Ovovegetarianos: no consumen ni carnes ni lácteos, pero sí huevos.
- Parcialmente vegetarianos: no consumen carne roja pero sí pescado o pollo, e incluso lácteos y huevos.
Lo importante es que al inicio elija la que más cómodo lo haga sentir. Puede iniciar como parcialmente vegetariano y poco a poco eliminar los alimentos que desee. Además, cada vez son más las tiendas y restaurantes que ofrecen productos vegetarianos.
Si desea comenzar una dieta vegetariana, los profesionales en nutrición enlistan algunos consejos:
Comenzar con comidas sin carne que ya sean de su agrado
Una forma fácil de comenzar una dieta vegetariana es optar por alimentos no cárnicos que ya haya consumido antes y que sean de su agrado. Por ejemplo, pastas o sopas. Esto no significa que pasará comiendo esos platillos toda su vida, sino que le ayudarán a acostumbrarse a no sentir la ausencia de la carne.
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“Es importante que su dieta la base en vegetales, frutas y legumbres, además de reemplazar las grasas saturadas y trans por grasas saludables, que puede encontrar en alimentos como el aceite de oliva y las nueces. Por eso es importante hacer la transición con el apoyo de un especialista en nutrición, para hacer esos balances, porque no se trata solo quitar la carne, ya que el cuerpo necesita los nutrientes de todo”, opina Carlos Eduardo Aguirre, nutricionista.
Paso a paso
Incorporarse a una nueva dieta debe ser paso a paso y no con un cambio brusco. Un proceso gradual ayudará a una mejor conversión y a mantener este tipo de alimentación a largo plazo.
Aguirre recomienda que en vez de hacer el cambio toda la semana, comience por tres días: lunes, miércoles y viernes con una dieta vegetariana. En los demás, opte por los platillos a los que está acostumbrado. En las ocasiones que no coma carne puede decidir hacer sus recetas tradicionales, pero cambiar los productos cárnicos por alternativas vegetales. De esta forma el proceso no será muy brusco y se podrá ir acostumbrado a él.
Hacer atractivos los platillos
Comer con los ojos también es posible para quienes rechazan la carne. Las opciones vegetarianas pueden ser tan vistosas como el resto de platos. Hay multitud de raciones de pasta, combinaciones de papas o pizzas vegetales. Pero cuidado con limitarse a estas opciones fáciles porque el intestino necesita variedad. Las legumbres y los cereales integrales pueden llenar la necesidad de carbohidratos. El falafel, arroces o quesos también son recomendables para abrir el abanico.
Sin miedo a nuevos alimentos
Continuar con la misma dieta, pero quitándole únicamente el pescado y la carne, hasta cierto tiempo podría resultar aburrido y ser un impedimento para continuar con esta nueva alimentación. Por ello, no tenga miedo a probar nuevas recetas, a comprar libros especializados en vegetarianismo o buscar en Internet más opciones.
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Conforme más se acomode a esta alimentación y adquiera más conocimientos de nutrición podrá ir agregando diversos alimentos a sus platillos tradicionales. Aparte de las frutas y verduras, hay otras comidas que también brindan energía y nutrientes sanos para el cuerpo. Por ejemplo, las legumbres, lentejas, garbanzos y frijoles pueden ser añadidos en ensaladas, pastas y salsas.
Los frutos secos, al consumirlos en moderación, aportan nutrientes esenciales que ayudan a sentirse saciado y así evitar estar picando comida durante el día.
No olvide incluir en su ingesta diaria no sólo diversos alimentos, sino la variedad de colores que estos ofrecen, ya que cada color contiene propiedades que aportan mucho a la salud.