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Idealmente, la unión de una pareja se da a partir del amor, del vínculo que se ha fortalecido entre ambas personas, pero siempre debemos tomar en cuenta que cada persona es diferente. Partiendo del noviazgo hasta el matrimonio, esto debe estar presente entre ambos para que puedan desarrollarse plenamente sin mayores complicaciones.
“Que no se interponga uno al otro, que ningún sueño sea superior. Deben establecerse prioridades que se determinen según las condiciones de la pareja”, agrega Reyna. Así que estar en una relación no implica prohibir nada al otro y, en cualquier caso, lo recomendable es establecer diálogos para llegar a acuerdos.
Al haber dos personas que avanzan en su desarrollo personal, sin dejar a un lado el desarrollo familiar, si la persona se siente realizada y aprende algo nuevo, entonces tendrá mucho de qué hablar, estará entusiasta y feliz, dice el experto. “De esta manera, la persona dará lo mejor de sí al estar en pareja y tendrá motivación para contar sobre sus actividades diarias”, agrega.
Perder la independencia
Hay algunas señales que nos permiten identificar cuando estamos perdiendo la autonomía y la individualidad al estar en una relación afectiva, pero recuerde que esto podría variar según el caso.
En ocasiones, hay quienes buscan complacer a su pareja y, por temor a que se enoje, dejan de hacer actividades que le gustan, dejan de opinar y la autenticidad queda, por un lado. Cuando esto sucede, la autoestima se ve afectada porque no existe independencia, uno de los integrantes no tiene seguridad al tomar decisiones. En resumen, no es feliz.
“Si una de las dos personas no es feliz, no tiene sentido estar juntos o compartir la vida. La individualidad es importante para que la persona se desarrolle en cualquier ámbito. No debería caer en el ‘yo quería, pero no puedo’. Aunque hay prioridades, nunca es tarde”, explica el experto.
Para Reyna, se pierde la autonomía cuando una persona quiere decidir sobre su pareja. “Nadie puede exigir que se aleje de sus amistades. En términos de salud mental es dañino porque somos seres sociales, venimos de un entorno social, necesitamos relacionarnos con personas y tener afinidad emocional”, dice el psicólogo clínico.
Asimismo, otra manera de identificar si está perdiendo su autonomía es cuando no puede expresar su opinión frente a otra persona, cuando su pareja también está presente.
Qué hacer
De acuerdo con Reyna, aunque la opresión puede ser ejercida tanto sobre el hombre o sobre la mujer, es más frecuente que se dé en mujeres debido al machismo que existe en la sociedad. Para ambos casos, hay algunos consejos que pueden servir para prevenir que se pierda la autonomía, permitir que ambas personas se desarrollen y evitar problemas mayores.
Establezca un diálogo
El noviazgo es la etapa en la cual las parejas se conocen y es en ese momento en el que deben aprender cuáles son los gustos de cada uno, cuáles son sus sueños y sus metas. Aunque se tengan cosas en común, no siempre será así, de manera que deberá respetar los gustos de la otra persona y permitir que se desarrolle con plenitud.
“Cuando se dialoga, se puede llegar a mucho. Hay gustos diferentes, por lo tanto, hay que respetar la libertad e individualidad de la otra persona. Si hay algo que la hace feliz, está bien”, indica Reyna.
Ponga límites
Según el experto, establecer límites no es sinónimo de crear conflictos. Al contrario, al dialogarlo abre otras posibilidades para la pareja. Reyna señala que, con frecuencia, se da que el hombre impone sus decisiones sobre la mujer, estableciendo que ella se quede en casa y no trabaje, impidiendo su desarrollo como profesional, por ejemplo.
En estos casos, las mujeres deben poner el alto. “Momento. Yo decido qué hacer con mis cosas”, ejemplifica el psicólogo “porque al final, es su vida y ninguna persona puede vivirla por ella”, añade. Esto no significa que se deba pensar solo en sí mismo, porque debe haber un equilibrio.
“El conocimiento de las relaciones humanas nos ha permitido ver que, cuando el hombre solo dirige a la mujer, ella no se siente bien y, como consecuencia, hay repercusiones a largo plazo en la familia. Implica tener una persona triste y frustrada; a diferencia de cuando esta ha sido una decisión y no una imposición”, explica.
Evite la posesión
Hay frases que debemos evitar al estar en pareja porque estas refuerzan la idea de posesión de la otra persona. “Las frases ‘eres mía’ o ‘soy tuyo’ debemos evitarlas. Estas son ideas dañinas para la relación”, expresa Reyna.
Para el experto, ninguna persona nos pertenece y estar en pareja es para hacer una vida en conjunto, para compartir y pasarla bien.
Busque ayuda
Cuando se pierde la autonomía, el psicólogo explica que se crea una codependencia. “Una persona domina y la otra es dominada. La persona que se vuelve sumisa es quien puede padecer de depresiones y frustraciones, mientras que quien domina es susceptible a molestarse”, explica. Por lo que, cuando se llega a estos extremos, es importante buscar ayuda profesional. Para evitar llegar a esto, hay que practicar la tolerancia, el diálogo y el respeto.
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